Wingardium Leviosa [Romione]

Convivencia (Continuación de "Mírame")

Portavoz: Ron.

Hermione me miró, sonrojada.

-Tu madre debe creer que soy una...

-No lo digas, gracias. Mamá no puede pensar eso de ti porque no hay nada más alejado de la realidad.

La abracé con cariño.

-Herms...

Ella suspiró.

-Pero...

-...¿Quieres salir conmigo?

Hermione sonrió.

-Creía que nunca me lo pedirías.

Nos besamos suavemente.

-Ron...

-¿Qué?

-Tenemos que bajar a cenar antes de que tu madre suba a buscarnos.

Me sonrojé.

-¿Sabes algo? Tienes razón.

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Unos años después...

Desperté con un bostezo. Abrí los ojos de mala gana. Qué vecinos ruidosos.

La expresión de mi rostro pasó del enfado absoluto a una expresión boba y enamorada al ver que Hermione dormía junto a mí.

Ella se movió entre mis brazos, haciendo que nuestras piernas se enredaran.

Sentí un cosquilleo en el estómago cuando ella me miró sonriendo.

-Buenos días.-Saludó besando mi frente.

Tomé su cintura, rodeando mi suéter con mis brazos.

-Buenos días.-Dije besando su nariz.

Ella me abrazó y cerró los ojos.

-¿Cómo dormiste?-Pregunté.

-Bien. Estás a mi lado, al fin y al cabo.-Susurró.

Sonreí y la besé tomando su rostro entre mis manos.

Ella sonrió y me besó apenas me separé de sus labios.

-Voy a preparar el desayuno.

-No hay apuro, nadie quiere desayunar, es domingo temprano y es nuestro primer día viviendo juntos...-Protesté.

Hermione me ignoró y se levantó.

-El desayuno es la comida más importante del día. Vamos a desayunar. No voy a dejar que tu madre diga que te mato de hambre.

Reí.

-Mamá nos daba de comer demasiado...

-Chist, callado.

Me levanté y la seguí. Vaya, era la primera vez en mi vida entera que me levantaba antes de las diez y media estando fuera de Hogwarts.

Teníamos que terminar de desarmar las cajas y de acomodar nuestras pertenencias en el departamento.

Hermione se acercó a la mesada de la cocina y abrió la heladera. La abracé por detrás y hundí mi rostro en su cuello.

-No puedes abrir la heladera descalza, es peligroso, todo el mundo lo sabe.

Ella rió y volteó para besarme. Envolví su cintura con mis brazos y la atraje hacia mí.

Trastabillé con mis propios pies buscando la mesada de la cocina para sentar a mi novia.