Capítulo 30: Malas decisiones

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No pude dormir aquella noche, sentía que me comía la culpa, la ansiedad y el miedo. Primeramente la culpa, por haberle dicho eso a Camus, por favor, soy un moustro, aún recuerdo su rostro, me siento terrible.

Lo que me dijo Shura fue...

Segundo la ansiedad de cómo los voy a tratar a partir de ahora, después de lo ocurrido aquella mañana se me hizo fácil refugiarme en la casa de Milo, puesto a que tenía la excusa de que tenía que cocinar para la fiesta y eso, pero ahora que vivo aquí y obligatoriamente tengo que ir a entrenar me voy a tener que enfrentarme a la horrible situación de verles la cara a ambos todos los días. Una solución sería mudarme al recinto de nuevo, ya Emily y Rosangela se habían ido de aquí.

Tercero y último el miedo, ¿a qué?, pues a que ahora que soy Tría y mi cosmos es "de lo mejor" todos quieren secuestrarme, que irónico, después de haberme reído tanto de Athena resulta que ahora estoy en su misma condición.

Ya son las 4:00am y yo todavía despierta. Estoy muy cansada pero mis pensamientos no me dejan en paz. Si llego a dormir, el día llegará mas rápido y tendré que enfrentarme cara a cara con mi realidad. "Desearía que Athena jamás los hubiera revivido desde un principio y que nunca me hubiera enterado de que soy Tría". En realidad antes de que atacaran a el santuario, yo todavía no tenía armadura y si no hubiera podido abrir aquella puerta tal vez...

Milo: ¿Por qué no estás durmiendo?.

Yo: ¡Milo!.

Entró justo cuando le había dado la espalda a la puerta.

Yo: Pensaba que te quedarías a dormir en casa de Shaina.

Milo: En realidad llegué para acá a las 11pm. Me levanté a buscar algo para la cocina y escuché voces, tenias las luces encendidas y entré.

Yo: Ya veo...

Milo: ¿Qué haces despierta?.

Yo: Bu-bueno yo...

Empecé a mirar a los lados, la verdad es que no sabía que mentira inventarle a Milo. No podía llegar y decirle " Hey Milo, estoy triste porque le rompí el corazón a un amigo por un chico a quién le arruiné la vida social y le soy totalmente invisible pero lo hize porque supuestamente lo amo y tengo miedo de salir de casa para no verlos más, pero resulta que si hago eso las cosas empeorarían, nunca me casaría y tendría que cuidar gatos el resto de mi vida ¿Entiendes?".

Milo: Si te entiendo...

Yo: ¿Qué?.

"¿Cómo lo supo?".

Milo: Cuando era pequeño Mu y yo aprendimos a leer las mentes con el cosmos.

Yo: Otra vez con lo del cosmos...

Milo: ¿A quién le rompistes el corazón?.

Yo: A Camus.

Milo: ¿Camus?, pero cuando yo venía de regreso lo vi muy contento con una chica camino a Acuario.

Yo: ¡¡¿¿Una chica??!!.

Milo: ¡Calmada!. Usted le rompió el corazón, no puedo permitir que te entrometías en su vida a partir de ahora.

Yo: Milo...

Me hirió la manera en que Milo me había hablando, era como que si me estuviera diciendo que yo era una persona totalmente ajena a Camus y que dejara de hablar con él. Es verdad, yo hice mal, pero yo quería ser su amiga, no apartarme eternamente de él. Miré a Milo muy molesta, estaba algo frustrada por lo que hice...

Saint Seiya: Mi vida de AmazonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora