Capítulo 49: El coliseo se viste de gala por última vez

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Yo: Ha-hades?.

Era él en persona, el responsable de las guerras santas contra Athena, el mismísimo señor del inframundo, no lo puedo creer. Tenía una tez muy pálida y su cabello era negro, negrísimo como el vacío del cielo sin estrellas; sus ojos parecían lagos celestes, como los que se ven en las cavernas de sal; su cara era totalmente inexpresiva como el rostro de las geishas allá en Japón y su... ¿Olor?... Espera... ¿No es esa la nueva fragancia de perfumes factory?.

Yo estaba muy confundida, juraba que Seiya y los demás habían acabado con él hace años pero de alguna manera estaba aquí, con nosotros en la fiesta ("la magia del cine señores"). Luego de esa vergonzosa primera impresión, la verdad es que no se que pueda pasarme. Lía la chica que era prometida de Poseidon estaba a unos pasos de nosotros, justo cuando Hades apareció dijo su nombre con seguridad, un segundo después se desmayó.

Yo: ¡¡¡Lía!!!.

Hades: Ustedes humanos siempre tan dramáticos; ¿Acaso no saben apreciar lo que es una simple invitación a bailar?, de paso la otra se desmayó. Pssss... ¿Qué ha pasado con los modales de esta época?, ah!... Disculpa niña pero ¿En que época estamos?.

Yo: Pues...

Estaba sudando frío, la respiración se me entrecortan y las piernas me temblaban, mi corazón iba a mil por horas, veía todo borroso. Estar cerca de Hades es una de las cosas mas peligrosas que puedes hacer, respiraba muerte, donde caminaba quedaba una huella de cenizas negras, como las que deja el fuego en las paredes de un incendio. Cada vez que hablaba se me erizaba la piel de gallina, esa sensación de lo paranormal estaba representada en una sola figura, una sola existencia, era él. No puedo negar que era atractivo, un hombre bastante bello si señor, pero el miedo que transmitía era único, era como ver a un fantasma hermoso y peligroso, que al más mínimo movimiento podía significar tu partida de este mundo...

Yo: -Lo ve idiotizada.

Hades: ¿Hola?.

Yo: 0∆0!!!. Si, si, diga -Oh no...

Hades: Creo haberte preguntado algo señorita.

Yo: Oh!, es cierto yo...

Hades: No me hagas perder la paciencia.

Yo: No no no no -Juro que vi mi vida pasar por mis ojos- No no, se lo juro, estamos en el siglo XXI señor, ya los teléfonos son táctiles y el internet viene en onditas.

Hades: ¿Cómo que onditas?.

Yo: Se llama WIFI y hay que ponerle clave.

Hades: ¿Por qué?.

Yo: Porque hay gente que no lo quiere pagar.

Hades: ¿Y por que hacen eso?.

Yo: Porque son pobres.

Hades: *Voz de Shakespeare* Oh pobreza, mi antigua enemiga, marginándonos día a día, obligándonos a vestir feos ropajes y a servirnos miserables porciones de comida, ¡¡¡Pobreza es aquella que no me deja comprarme el perfume original!!!. Dime tú niña extraña, ayudame a salir de esta ignorancia que me agobia, que me ciega ¿Quién es la culpable de tanta pobreza en esta tierra?.

Yo: No lo se, por una parte son las empresas, otra son los dictadores mundiales, otra son el hambre, la falta de oportidades, la flojera, el sueño, el no estar conforme con el trabajo actual, tantas cosas pero aquí es porque Athena no paga bien.

Hades: ¡¡¡Athena!!!, ella es la culpable.

Yo: ¿Escuchaste lo que te dije?.

Hades: Sabía que aún, después de tantos años, aún sigue con su vicio de empobrecer a sus subordinados, no puedo disfrutar de la fiesta sin hacer algo al respecto, no señor, es mi deber.

Saint Seiya: Mi vida de AmazonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora