Capítulo 4: Travesía por las Doce Casas

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Me levanté a las 4:30am, los nervios no me dejaban dormir. Decidí aprovechar el tiempo extra ya que las muchachas siempre se levantan una hora más tarde. Para mi suerte, mi cama tenía el closet atrás, así que tomé todo lo que necesitaba sin despertar a nadie; me vestí corriendo, me puse una licra y sobre esta un mono súper abrigado, la parte de arriba, una franela de algodón con un abrigo ya que era de madrugada y hacía bastante frío. También me llevé un bolso deportivo para meter la ropa sobrante en la tarde puesto que a esa hora hacía demasiado calor. Bajé a la cocina, llevé una botella de agua y en un embase de comida metí un montón de ingredientes que encontré en la nevera y un pedazo de pan francés para hacer un sándwich más tarde. También tomé una linterna de las herramientas ya que todo estaba oscuro.

Salí por la puerta del comedor para dirigirme a las doce casas. Revisé mi reloj y me dí cuenta que ya eran las 5:00am, en esto pensé, me tomará exactamente 15 minutos para llegar a las doce casas y al menos 2 horas para subir hasta la cámara del patriarca, supongo que Shion ya estará despierto a esa hora, veamos sería a las 7:15am sin retrasos.

Estaba en camino cuando me encontré a Shiryu corriendo como loco con una bolsa de comida, me dió mucha risa. Quise saludarlo pero recordé que no tenía la máscara puesta. "Rayos ______(nt), lo olvidastes, saliste de la casa sin máscara y ahora estas expuesta" me dije. Gracias a Dios que casi nadie está aquí a esa hora. Tapé mi rostro con las manos y Shiryu siguió de largo con su gran bolsa. Cuando se fué busqué desesperadamente algo para cubrir mi cara en el bolso y encontré el velo que me dió Shion la otra vez, lo había dejado olvidado, me lo puse de manera que me tapara todo me rostro y seguí a delante, solo pensé "si me viera Athena me mataría por usar esto de máscara".

Llegué al lugar y me detuve a pensar ¿será bueno entrar a las doce casas?..

Recuerdo que los caballeros guardianes de las casa zodiacales murieron cuando se enfrentaron a Hades y destruyeron el muro de los lamentos. Luego de ese suceso Athena revivió a todo el mundo pero a ellos no... Esto es muy extraño. Aparte que siempre a sido mi sueño conocerlos en persona, es decir, escuché demasiadas historias de sus batallas, que su cosmos es legendario, eran aquellos que tenían el rango mas alto entre los caballeros de Athena. O.o necesito conocerlos *-*.

Me decidí a entrar a la casa de Aries. Era bastante amplia así como estilo griego, lo que pude observar era que habían herramientas y pedazos de armaduras por todas partes, es cierto que el era el único que sabía como reparar las armaduras así que no me sorprendió en absoluto. Lo único que me llamó la atención fue unos barriles en una esquina de la casa, me aproximé a ellos, abrí uno y tenía una especie de polvo blanco. Leí la tapa y decía polvo estelar. No tenía idea de que era esa cosa, cuando la iba a tapar se me resbaló la mano y la tapa calló de golpe haciendo que el polvo se elevara y me callera en la cara. Empecé a marearme y caí medio muerta a piso, estuve unos segundos inconsiente y me levanté de golpe, no se que rayos era esa cosa pero estuve vomitando varias horas más tarde. Salí de allí inmediatamente.

Llegué a la casa de Tauro. Estaba bastante ordenada, en ese momento me llegó una idea a la cabeza. Desde hace mucho tiempo me eh preguntado ¿qué come Tauro siendo el una vaca? (Perdón si ofendí a algún lector de Tauro, lo que pasa es que no tenía otra palabra en mente). Entré a una cocina que estaba detrás de una pared y mis sospechas eran ciertas, tenia muchos libros de cocina vegetariana.

En esto escuché un ruido de una de las puertas. Me asusté y me puse a la defensiva. Entra un gran perro, empezó a ladrarme y a gruñir. Me monte en un colgadero que tenia la isla de la cocina arriba. Miré con detalle al canino y su collar decía "guardián". Quién me manda a husmear en casa ajena. Eleve mi cosmos y el perro se asustó, se metió en una habitación. Bajé del colgadero y encerré al perro. "Jamás voy a volver a registrár las casas ajenas" me dije y salí de ese lugar corriendo.

Llegué a las dos casas de Géminis. Traté de atravesar las dos pero siempre había una extraña luz blanca titilante y terminaba en la entrada de ambos templos, en esto decidí pasar por la abertura que había entre ambas casas "si los caballeros de bronce se les hubiera ocurrido esta idea" pensaba.

Cuando empecé a hacercarme a casa de Cáncer me dio de todo puesto que olía a muerto!!!. Los rumores decían que colgaba cabezas humanas en su casa pero nunca creí que fuera cierto. Ahora veo que sí. Como estaba en una esquina decidí no entrar en ese lugar y me escale parte de la montaña para llegar más rápido a la casa de Leo.

Llegué a casa de Leo y me encuentro que todo estaba desastroso... Al parecer alguien tubo una fiesta antes de partir a la batalla. Salí de allí y entré a la casa de Virgo; la única impresión que me dio era que todo olía a incienso. Salí de allí y entre a casa de Libra; me acorde de "lo que pasa en la casa de libra, se queda en la casa de libra" y me reí muchísimo.

Cuando pasé por la casa de Escorpio no pude evitar sentir algo de tristeza. Recordé que Shaina se iba a casar con el caballero de Escorpio cuando volviera de su misión al inframundo, pero, a causa de su sacrificio en el muro de los lamentos, el no regreso y Shaina cayó en una gran depresión. Me acuerdo que se enteró de la noticia un mes después de que empezó a ser mi maestra.

Salí de allí y encontré la casa de Sagitario. Veo que al final de un pasillo había un agujero enorme que llevaba a una cueva repleta de trampas mortales y eso... "No, no, no mejor salgo de aquí y sólo rodeo la casa" pensé.

Llegué a estar en la casa de Capricornio y todo estaba bastante oscuro, veo una estatua rarísima .........espera un momento, esa estatua me está siguiendo con los ojos O.o.......Salí corriendo de allí.

En la casa de Acuario era la propia antártica, menos mal que tenía mi chaqueta y mi mono abrigado porque no creo haber sobrevivido a ese lugar.

Por fin la casa de Picis. La última de las doce, bastante ordenada y tenía rosas por todas partes. Era linda...."Este hombre no necesita el toque femenino en su vida"....me dije, y vi la hora 7:20am, estaba un poco atrasada pero feliz del tiempo que había logrado. Salgo de la casa de Picis contenta hasta que la sonrisa se me borró de la cara al ver el gran jardín de rosas venenosas.

Recordé que no traía mi máscara lo que no sería inmune a los efectos del polen. Terminé por encender mi cosmos al máximo y taparme lo más que podía el rostro. Corrí como una bala por las endemoniadas plantas y el polen estaba haciendo efecto en mí, sin mencionar que empeoraba mi estado por el polvo estelar de la casa de Aries. Sentía ganas de vomitar y de desmayarme he incluso me bajo la tención. A mitad del camino ya no podía más, utilizé todo el cosmos que guardaba para el entrenamiento y lanzé mi ataque más poderoso "¡¡¡¡¡Relámpago fulminante!!!!!!". Los rayos destruyeron todas las rosas dejando el camino libre. Estaba recuperando el aliento y mi estado empezó a mejorar luego de eliminar las plantas. Seguí adelante.

Llegué al salón del gran patriarca por fin. Mis piernas temblaron y me sacudieron contra el piso; todo el esfuerzo de llegar hasta aquí corriendo, el polvo estelar, la escalada en la casa de cáncer y el polen de las rosas, a demás de que no me quedaba ni un poco de cosmos me hizo desmayar.

En esto entra Shion desde la parte trono en una bata tipo kimono con unas pantuflas y en las manos llevaba un café y en la otra un periódico.

Shion: Eh?.

Saint Seiya: Mi vida de AmazonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora