Capítulo 33

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Megan

Mientras Cristianno conducía, reflexioné sobre el abismo oscuro y sin fondo que se había abierto en mi pecho. Fui consciente de su presencia desde el primer instante en el que abrí los ojos en esa camilla. Creí que eventualmente desaparecería... pero habían pasado horas y todavía seguía ahí, creciendo más y más.

Era como un agujero negro, eterno e indestructible y me estaba absorbiendo. No dolía, pero definitivamente lo sentía. Y por esa misma razón, era innegable de que se trataba de algo mortífero y letal.

Cuando le imploré a Cristianno que me llevara lejos, sabía que era arriesgado, que tenía miedo y que era incorrecto; pero ya no me podía importar menos. Estaba harta de estar sola; lo único que quería era que alguien, por una vez en mi vida, se hiciera cargo de todo.

A nuestro alrededor no se podía ver nada porque una intensa y feroz tormenta estaba cayendo sobre nosotros. El viento soplaba con fuerza y la nieve caía inclemente, amontonándose en el parabrisas. No obstante, Cristianno conducía sin inmutarse.

- Gracias– Susurré colocando una mano sobre su brazo que sujetaba firmemente el volante–

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- Gracias– Susurré colocando una mano sobre su brazo que sujetaba firmemente el volante–

- ¿Por qué?– Preguntó apartando la vista del camino unos segundos–

- Por ser tú– Respondí aliviada–

Conducimos de vuelta a Bucarest y no nos detuvimos hasta que llegamos al aeropuerto. Sin embargo, una vez ahí nos enteramos de que todos los vuelos estaban suspendidos por la tormenta de nieve. Las condiciones de seguridad no eran óptimas para aterrizar ni despegar, para ningún tipo de avión.

Cristinno se acercó al mesón de informaciones, donde tres trabajadoras del aeropuerto respondían las preguntas de una turba de viajeros

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Cristinno se acercó al mesón de informaciones, donde tres trabajadoras del aeropuerto respondían las preguntas de una turba de viajeros. Se abrió camino entre empujones y codazos hasta llegar donde una de las chicas y acaparar su atención.

- ¿Cuándo cree que se restablecerá el servicio?– Preguntó él a los gritos–

- Es difícil saberlo, se debe monitorear la tormenta para ver cómo evoluciona– Dijo la chica con expresión afligida–. Pero no se espera que la situación se regularice sino hasta mañana por la mañana

Déjame ir o ámame así (ASP #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora