Cristianno
Los últimos siete meses fueron la mejor época de mi vida desde que tengo memoria, compartiendo cada hora de cada día con la mujer de mis sueños. Es por esta misma razón que fui incapaz de ver la amenaza que se cernía sobre nosotros en el horizonte, acechándonos, preparándose para golpearnos y destruir el mundo que habíamos creado juntos.
Aunque le prometí a Megan que la protegería a toda costa, sin importar quién intentara hacerle daño o cuán lejos la apartaran de mí, le fallé y rompí mi juramento. Si tan sólo hubiera sido más rápido e inteligente desde el principio, ahora no tendría que lamentarme en vano.
Cuando se llevaron a Megan, no sólo me despojaron de mi compañera, sino que me arrebataron a la persona más preciada e importante de todo mi mundo.
Pero en lugar de hundirme en la devastación, me plantee el objetivo de buscarla, contra viento y marea, sin descansar hasta encontrarla. Porque no tenía la fuerza ni la valentía para enfrentar la vida sin ella.
No hace mucho tiempo atrás, Megan también había estado en mi posición, eligiendo romperse a sí misma para salvarme cuando me secuestraron. Honestamente no creí que este momento llegaría tan pronto, pero finalmente era mi turno de hacer lo mismo por ella.
Estaba dispuesto a sacrificar todo por Megan, el límite no existía, podían pedirme lo que quisieran y yo se los daría, siempre y cuando la devolvieran sana y salva. Y cuando digo todo, me refiero a absolutamente todo: entregaría mi propia vida a cambio de la suya.
No obstante, si milagrosamente sobrevivía a esta prueba que el destino había colocado en nuestro camino, entonces me encargaría personalmente de enviar al infierno a los responsables de separarnos.
Y puedo garantizar que será algo que disfrutaré.
18 horas antes...
Habíamos llegado a Cuba hace tres días y desde entonces habíamos recorrido la isla de arriba abajo, adentrándonos en la ciudad y disfrutando de las playas de arena blanca. Para terminar un día repleto de aventuras, decidimos cenar en un restaurante y después entrar en un bar para bailar, beber y conocer la vida nocturna local.
Megan y yo nos sentamos en la barra para disfrutar del espectáculo y contemplar de cerca la banda que tocaba música en vivo en el escenario. Luego de varios tragos de mojitos, ron y daiquiris, tomé la mano de Megan y nos llevé a la pista entre tropezones y tambaleos. Ahí, las parejas se movían siguiendo el ritmo alegre de las letras en español, sudando con enormes sonrisas y coloridas ropas.
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Déjame ir o ámame así (ASP #2)
RomanceLa última vez que se vieron, las cosas entre Megan y Cristianno no salieron bien. Surgieron tantos secretos que parecía imposible que las cosas permanecieran como antes. Megan descubrió que los Gabbana asesinaron a sus padres y Cristianno se enteró...