Megan
La presencia de Cristianno en la boda no fue en absoluto una sorpresa para mí, era obvio que estaría aquí por Lissa, sin importar la cantidad de controles fronterizos que tuviera que esquivar para llegar. Él era audaz y testarudo. No lo veía desde hace tanto tiempo que me parecía que había madurado desde la última vez que nos vimos. Tenía la actitud de hombre que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Me alegraba por él, pero ahora mis preferencias eran otras.
No podía disimular lo estimulante que me parecía el juego peligroso entre nosotros, después de todo la intriga y el coqueteo me seguían gustado. Pero nuestra historia era parte del pasado, en cambio el futuro ofrecía una perspectiva refrescante. Reconozco que no había sabido valorar a Nikolai en el momento. Destruí su corazón con crueldad por estar demasiado ciega ante lo evidente, pero de alguna manera él seguía interesado en mí. Mi instinto me decía que finalmente las cosas saldrían bien, como siempre debieron haber sido.
Estábamos caminando por las solitarias y estrechas calles de Santorini con las manos entrelazadas. La luna, grande y redonda brillaba en lo alto sobre nuestras cabezas, proporcionándonos luz para no tropezar.
- ¿Hay algo que quieras hacer?– Preguntó suavemente, mirándome a los ojos–
- Son las tres de la madrugada– Susurré sonriendo, divertida–
- Lo sé, pero creo que todavía no quieres dormir ¿me equivoco?– Inquirió, alzando una ceja y esbozando una sonrisa traviesa–
- No en realidad– Afirmé, riendo y encogiéndome de hombros–
- ¿Qué tienes en mente?– Volvió a interrogarme, paciente–
- Simplemente quiero caminar a tu lado mientras conversamos... con las estrellas sobre nosotros– Murmuré mordiéndome el labio, nerviosa y ansiosa por su respuesta–
- Creo que es perfecto– Dijo con simpleza, asintiendo con la cabeza–
Deambulamos sin dirección por las tranquilas calles con el sonido de las olas de fondo, hablando de todo y nada a la vez. Era extraño, al parecer conversar durante la madrugada era peligroso, te sincerabas demasiado y tus secretos más íntimos salían a la luz. Con cualquier otra persona me habría sentido insegura por revelar tanto, pero con Nikolai era diferente, sentía que podía decir lo que sea sin sentirme avergonzada. Poseía la capacidad de realmente escuchar al otro sin interrumpir, no tenía la necesidad de oír su voz todo el tiempo.
Nos detuvimos para descansar y contemplar el paisaje en un mirador sobre el acantilado.
- Me cuesta creer lo bien que me siento a tu lado– Comenté, abrazándome a mí misma–
- ¿Por qué?– Inquirió, mirándome sorprendido–
- Porque todo este tiempo fui una tonta... desde que nos conocimos hice hasta lo imposible para alejarte de mí, te forcé para que me odiaras– Expliqué, esbozando una mueca–
- Ya nada de lo que ocurrió importa, estamos juntos y eso es más que suficiente para mí– Indicó, sujetando mis manos–
- Opino lo mismo que tú, pero aun así siento que tengo que pedirte perdón por todo, has sido tan bueno conmigo– Protesté, ladeando la cabeza–
- Acepto las disculpas, pero insisto que todas esas cosas las hice porque realmente quería– Respondió, dedicándome una sonrisa sincera–
Nikolai me rodeó con sus manos y me besó en los labios con delicadeza. Sentir su tacto por mi cuerpo era algo nuevo para mí, se sentía raro pero no en el mal sentido. Habíamos sido nada más que amigos por tanto tiempo que era inevitable que se sintiera un poco extraño haber llegado a este punto. No era la misma sensación que tenía cuando estaba con Cristianno, esto era distinto. Tampoco podía comprar, porque ambos eran dos tipos de hombres muy diferentes.
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Déjame ir o ámame así (ASP #2)
RomanceLa última vez que se vieron, las cosas entre Megan y Cristianno no salieron bien. Surgieron tantos secretos que parecía imposible que las cosas permanecieran como antes. Megan descubrió que los Gabbana asesinaron a sus padres y Cristianno se enteró...