Cristianno
La cabeza me daba vueltas, mi boca sangraba mezclándose con la sangre y en mis oídos resonaba un horrible pitido. Escupí la sangre de la boca, limpiándome con una mano. Me incorporé del suelo apoyándome sobre mis rodillas y levanté la cabeza hasta fijar la mirada en la esbelta figura de pie frente a mí.
Gruñendo, apreté las manos en puños y rápidamente me puse de pie para embestir a la persona frente a mí. Pero una repentina patada en el costado, justo sobre las costillas, me envió volando lejos hasta chocar con violencia contra una pared.
Caí aturdido al suelo.
Una risa suave y alegre rompió el silencio, llenando cada jodido rincón de mi mente mientras me retorcía de dolor en el suelo húmedo. Me abracé a mí mismo, reprimiendo un grito y una maldición, con el rostro congestionado por el dolor y la ira.
- Te equivocaste al venir aquí Cristianno y probablemente aún no te has dado cuenta de que éste es el peor error de tu vida– Susurró la mujer lentamente, paseándose de un lado a otro ante mis ojos, los tacones resonando en el cemento–
- Tenía que hacerlo, tú la asesinaste– Respondí con dificultad, escupiendo las palabras con desprecio–
- Lo sé, pero tú fuiste el estúpido que trajo a todos sus hombres consigo, ahora por tu culpa ellos también están muertos– Exclamó ella en un tono despectivo y agresivo–
Apreté la mandíbula, respirando a toda velocidad.
- ¿Cuál era tu plan exactamente? ¿Venir hasta aquí, matarme y vengar su muerte? ¿En qué estabas pensando?– Interrogó la mujer, apoyando una mano en el mentón–
- No hables en pasado, ese sigue siendo mi plan original– Murmuré luchando por ponerme de pie nuevamente–
- Lo diste todo por esa muchacha, ¿Por qué?– Inquirió ella en voz baja, atenta–
- Ella no merecía nada de esto– Ladré, apretando la mandíbula con fuerza–
- Tal vez, pero aun así ¿Valía el riesgo y el alto precio que pagaron tus hombres con sus vidas?– Preguntó cruzándose de brazos, entrecerrando los ojos–
- Como el infierno que sí– Ladré llevando una mano a mi costado, tocando mis costillas–
- Vaya, es una pena ver que el mítico Cristianno Gabbana se ha transformado en esto– Susurró la mujer soltando un largo suspiro–
- ¿Por qué no me matas de una vez? ¿Qué más quieres de mí?– Interrogué, mirándola con odio y desprecio–
- Me parece que no has entendido bien Cristianno– Masculló alzando una ceja, molesta–
Se arrodilló frente a mí, mortalmente seria.
- Escucha, vas a morir, pero no hoy y tampoco mañana. Tengo mejores planes contemplados para ti, en los cuales sé que te sacaré mayor provecho. Pero no te preocupes, porque eventualmente morirás– Aseguró, guiñándome un ojo–
- Déjame adivinar: vas a utilizarme como señuelo. Qué innovador. Ahora, lo que sí me gustaría saber es contra quién– Dije riendo sin energía, completamente irónico–
- Lamentablemente no puedo decirte, pero se trata de un pez gordo que he estado tratando de atrapar por más tiempo del que me gustaría admitir– Explicó, mirándome fijamente con esos ojos destellando con maldad–
- Te ves bastante confiada, ¿cómo sabes que esa persona luchará por mí?– Pregunté jadeante, mareado–
- Porque he organizado mi venganza cuidadosamente, hasta el más mínimo detalle. Además, créeme cuando te digo que por ti, esa persona sería capaz de asesinar, mentir, traicionar y robar con tal de salvarte– Murmuró, recorriéndome con la mirada–
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Déjame ir o ámame así (ASP #2)
RomansaLa última vez que se vieron, las cosas entre Megan y Cristianno no salieron bien. Surgieron tantos secretos que parecía imposible que las cosas permanecieran como antes. Megan descubrió que los Gabbana asesinaron a sus padres y Cristianno se enteró...