•Dime•

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Sus piernas se movieron por si solas hasta llegar al pelinegro.




— ¡Jungkook! — gritó con la voz en un hilo, tomandolo en sus brazos.




Su mano se lleno al instante de sangre.




No, no solo su mano.




La ropa del pelinegro estaba empapada de sangre.




Desabrocho el chaleco de jungkook dejando ver la camisa blanca que ahora estaba tintada de un potente color carmesí.



— ¡D-Dios mio jungkook...!




El pelinegro le vio a los ojos, contemplandole.



— Tranquilo. — le susurro.




Taehyung comenzó a dejar caer lagrimas de sus ojos.




Jungkook estaba perdiendo demasiada sangre.




Levantó su vista para ver al hombre por el cual habian parado.




Le vio con el celular en la mano.




— ¡Llame a una ambulancia por favor! — le grito histérico.




— ¡E-en eso estoy! —  "¿mierda por qué tengo que hacer esta clases de caridades?"  





— Taehyung...




El mencionado volvió su vista rapido hacia el pelinegro.




— Ya no llores... — jungkook paso su pulgar sobre el pómulo de taehyung, limpiando suavemente sus lagrimas — Todo va a esta- — corto sus propias palabras al apretar sus dientes por el dolor.



Su visión comenzaba a ser borrosa y sentía que comenzaba a perder la lucidez, sabía muy bien que era por la perdida de sangre.




La bala había perforado lo suficiente para poner en estado crítico su sistema circulatorio, pero afortunadamente no había perforado ningún organo. Aún así la perdida significante de sangre podía afectarlo gravemente. No pudo evitar pensar que aquel disparo llevaba como autor a un profesional. No era casualidad que la bala no lo mató.




— N-no te esfuerces más porfavor. — taehyung era un manojo de nervios y llanto. Nunca había enfrentado una situación así y no sabía que hacer. El impacto fue tan fuerte que su cuerpo temblaba.




Se escucho el alarmante sonido de la ambulancia.




Al instante los paramedicos bajaron.




Atendieron a la herida del pelinegro y lo colocaron en la camilla.




Tanto era el ajetreo del momento que nadie se dió cuenta cuando kai retrocedió y se perdió entre las avenidas dejando varado el auto con el cual supuestamente necesitaba ayuda.






Dentro de la ambulancia los paremedicos hicieron todo lo posible por parar la hemorragia. Mantener el pulso de jungkook y asegurarse de que este estuviera respirando era lo primordial.




Taehyung estaba a un costado de la camilla sosteniendo la mano del pelinegro.





Jungkook miro con detenimiento a taehyung, observandolo embelezado.




— Eres hermoso. — dijo débil.




Taehyung no podía dar freno a sus lágrimas, recorrían su rostro como lluvia desbordada.




~•Enamórate de Mí•~ {Amor Real}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora