Capítulo 2 {Tony}

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Michelle

Desperté cuando oí el principio de Home de Three Days Grace y me di cuenta de que llevaba la misma ropa de ayer. Vaya, me había quedado dormida con los auriculares puestos y... ¡Kellin! Desconecté la música y llamé a mi primo.

—¡Michelle! —Exclamó nada más responder.

—Buenos días, Kell. —Bostecé.

—¿Qué pasó ayer? ¿Por qué no me llamaste?

—Lo siento, me quedé dormida. Ni siquiera cené.

—Dios mío, Elle, me habías preocupado, pequeña...

—Lo siento, Kellin, no me acordé.

—No importa, por lo menos estás bien.

—Bueno, ¿Qué tal?

—Bien, ya he preparado todo para el viaje, mañana por la madrugada me tendrás ahí.

—¡Bien! Gracias, Kells, en serio.

—No me lo agradezcas tanto, mocosa, cuando llegue ahí te arrepentirás.

—No lo creo. —Reí.

—Bueno, va, preparate para ir al instituto que luego llegas tarde.

—No quiero ir.

—Michelle...

—Sí, sí, ya lo sé. Pero no tengo ganas, ¿Sabes?

—Lo sé, pero solo aguanta un día más, pequeña, cuando llegue iremos juntos.

—Vale. —Rodé los ojos. Bufé levantándome.

—Hablamos luego, cuidate.

—Lo haré, Kell. Hasta luego.

—Hasta luego, te quiero.

—Y yo a ti.

Colgué y me metí en el baño. Cepillé mis dientes e hice mis necesidades para después salir de nuevo y elegir mi ropa. Me puse unos jeans gris oscuro, una camiseta negra y una sudadera de Blink-182. Mis Converse negras vistieron mis pies y después me hice un moño simple, dejando que unos cuantos mechones azules de mi pelo cayeran a los lados de mi rostro. Cogí mi móvil, hice la cama y bajé a desayunar. 7:15, me daba tiempo de sobra. Por suerte mi madre ya se había ido a trabajar. Cogí un bowl, leche, cereales y los preparé para después sentarme en la barra de desayuno.

—Buenos días. —Oí una voz detrás de mí y me estremecí.

—Bu-Buenos días... Papá.

Pasó por mi lado para ir a preparar su café.

—Tu madre me contó lo de ayer... —Dijo con tranquilidad y los nervios se me pusieron de punta.

—Oh, yo... Emm...

—¿Por qué no bajaste a cenar?

—Me quedé dormida.

—Bueno, que no se repita. Sabes que cuando es la hora de cenar quiero que estéis las dos. —Recordó. No sé por qué, si nunca hablábamos o, si lo hacíamos, acabábamos discutiendo. —Y tampoco vuelvas a gritarle a tu madre, ¿Entendido? —Preguntó serio. Tragué saliva, mirando mis cereales.

—¿¡Entendido!? —Preguntó más alto y salté un poco en mi silla.

—S-sí, entendido.

Asintió con la cabeza y cogió su café para tomárselo en su despacho antes de irse. Solté el aire que estaba sosteniendo y dejé los cereales de lado, ya no tenía ganas de comérmelos. Me levanté a por mi mochila, me despedí y cerré la puerta detrás de mí, comenzando mi camino al instituto. Coloqué mis auriculares y puse la música en modo aleatorio. Ni siquiera prestaba atención a la canción, mi mente divagaba, pensando en qué pasaría hoy, en que pasaría mañana, cuando llegara Kellin. Pensando en dónde estaría dentro de unos años y sobre todo cómo, ¿Seguiría sola? ¿Tendría a mi primo cerca? ¿Sería feliz? No tenía respuesta a ninguna de esas preguntas. Suspiré cuando pasé la puerta del instituto. Subí los cuatro escalones de la entrada y pasé la puerta interior. Me dirigí a clase, de todos modos no quería seguir rodeada de gente desconocida. Entré en el aula que tocaba y elegí un sitio del fondo, apoyé mi cabeza contra la mesa, cerrando los ojos, prestando atención a la música que llenaba mis oídos. You Don't Get Me High Anymore de Three Days Grace sonaba y era mi canción favorita. La canté por lo bajo, aprovechando que no había nadie conmigo.

Saving You {Vic Fuentes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora