Capítulo 25 {Kellin}

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Michelle

Hoy era otro asqueroso, insufrible, horrible y odiado lunes. Hoy mis padres volvían a la hora de comer de su estúpido viaje de negocios y cuando llegara a casa, tenía que ser puntual para que no me echasen la bronca, a diferencia de estos días, que me iba a casa de Kellin, Tony o Vic para pasar la tarde y, en algunas ocasiones, la noche. Me vestí con unos shorts vaqueros grises con tachuelas bordeando los bolsillos y un top negro de tirantes que me llegaba tres dedos debajo del pecho. Me hice una coleta y, por último, me puse una chaqueta azul marino que era de Kellin. Me hacía gracia que los dos tuviéramos ropa del otro en nuestros armarios, como siempre. De verdad que era como mi hermano mayor y aún que a veces nos peleáramos, sabíamos que no podríamos vivir el uno sin el otro. Cuando estuve lista, bajé a desayunar, cogiendo ya mi mochila y pertenencias antes de agarrar una manzana roja del frutero y salir a esperar a Kells. No tardó más de dos minutos, llegando a la hora pactada y puntual, como siempre.

—Buenos días, Bostwick. —Besé su mejilla, dejando mi mochila a los pies del asiento.

—Buenos días, Elle. —Me devolvió el saludo mientras yo ponía las piernas sobre mi asiento, cruzándolas como los indios, igual que siempre. —¿Lista para otra semana? —Preguntó.

—Oh, claro. —Dije sarcástica, pegando un bocado a mi fruta favorita. —Pon a mi marido, ya sabes, me alegra las mañanas. —Hice un ademán con la mano hacia la radio.

Kellin rodó los ojos divertido antes de dejar sonar Fuck de Bring Me The Horizon. Movía mi cabeza de manera afirmativa mientras emprendíamos el camino a nuestro asqueroso instituto plagado de pijos. Deberían hacer una fumigación, para ver si de una vez por todas, espantaban a todas las zorras y cabrones con los que compartíamos ese edificio. Por desgracia, llegamos demasiado pronto para mi gusto y nos adentramos en el instituto en seguida. Kellin fue a hablar con Katelynne y yo me senté en el banco donde estaba Tony con un suspiro.

—Hola. —Saludé abrazándome a su brazo, dejé mi cabeza en su hombro, golpeada por el cansancio de repente.

—Hey, tampoco nos fuimos a dormir tan tarde ayer. —Rió empujándome un poco.

—Bueno, te fuiste a medianoche, pero no dormí hasta las dos. Cinco horas de sueño no son muy placenteras. —Me quejé cerrando los ojos.

—Ha habido noches en las que he dormido menos que eso, Michelle, podrás con ello. —Me animó dejando caer su mano en mi rodilla.

—Hum, vale. —Gemí somnolienta. —Pero déjame estos minutitos apoyada en tu hombro, ¿Vale? —Pedí acomodándome.

—Bien, pero que sepas que si cuando llegue Vincent me mata, será culpa tuya. —Atrapé sus labios entre mi índice y mi pulgar.

—Shh, no me dejas relajarme. —Susurré.

Por fin se calló y me dejó dormitar unos segundos, lo que tardó en llegar Jaime. Y después Mike. Y después Vic. Y entonces sí que no pude relajarme, debido a las sonoras risas que soltaban los cuatro, como si nadie tuviera sueño más que yo en todo el mundo, pero no pude quejarme, claro, porque tampoco era justo hacer que se callasen por mí, además de que ya había bastante más gente que había llegado y, aún que lo hiciesen, no sería suficiente para dormirme. Me aparté de Tony y me dejé caer en el pecho de Vic, quien al instante comenzó a acariciar mi cabello con delicadeza, casi inconscientemente. Unos minutos después, el timbre sonó, obligándonos a ir a clase. Ahora me tocaba solo con Tony, así que mientras él caminaba delante de mí y de Vic con Kellin, yo cogí carrerilla y le salté en la espalda tapándole los ojos con mis manos.

—¡Estás loca! —Gritó cogiendo mis piernas para acomodarme sobre él.

—¿Cómo sabes que no soy Vic? —Pregunté fingiendo sorpresa.

Saving You {Vic Fuentes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora