Saving You {Vic Fuentes}

Capítulo 51 {Soltero}

Michelle

Lo único bueno que tenía este lunes, por desgracia, empezaría después de clase, así que solo me quedaba esperar a que pasaran los infinitos diez minutos que quedaban de jornada. No entendía porqué decían los científicos que no es posible crear una máquina que pare el tiempo. Es muy posible y mi profesor de historia ha creado una. Después de toda una semana, por fin pasaría un poco más de tiempo con mi mejor amigo, es increíble como le echo de menos incluso viéndole todos los días. Me giré hacia él y entrelacé mis dedos con los suyos, atrayendo su mano hacia mí, cogí un bolígrafo de su estuche (porque el mío estaba ya guardado) y me puse a escribirle cosas, entre ellas un "Michelle te ama ❤" y un "Propiedad de Michelle" que le arrancó una sonrisa cuando lo leyó. Besó mi cabeza con ternura y pasó su pesado brazo a mi alrededor, permitiendo que me arropara contra su pecho. Entre la chaqueta de Vic que llevaba puesta y el dulce calor de Tony, ni siquiera recordaba que estaba lloviendo fuera. Pero era imposible olvidar que el mundo me odiaba, porque justo cuando cerré los ojos, sumida en la comodidad, tocó el timbre que anunciaba nuestra salida. Solté un gruñido, levantándome y me puse la mochila sobre el hombro, caminando hacia la puerta con Tony siguiéndome.

—¿Burger King? —Preguntó mirándome.

—Ugh, me apetece más Domino's. —Respondí con una mueca y él se encogió de hombros.

—Por mí está bien. —Sonrió abrazándose a mis hombros. —¿Y tu novio? —Preguntó curioso.

—Supongo que ya habrá salido, hemos quedado esta tarde para ir a un restaurante que han abierto hace poco. —Sonreí ampliamente. —Ya tengo elegida la ropa. —Añadí emocionada.

—Qué romántico. —Se burló rodando los ojos. Le golpeé el brazo riendo.

—No es nuestra culpa que no encuentres a tu Julieta, Romeo. —Saqué la lengua y él me empujó levemente.

—A veces dais diabetes. —Murmuró fingiendo estar molesto y me reí de manera un poco escandalosa.

—Si nos comportamos igual que cuando éramos solo amigos. —Recordé saliendo del instituto.

Aún llovía y tuve que entrecerrar los ojos para poder ver algo. Ya estaba casi empapada y solo llevaba unos segundos fuera. Divisé a Vic debajo de un porche y salí corriendo hacia él, casi cayéndome por el camino. Me imitó dramáticamente, haciéndome reír y le salté encima al llegar. Atrapó mis labios en los suyos al mismo tiempo que mis muslos en sus manos. Si besarle ya era perfecto, aún más debajo de la lluvia, mojando nuestros labios y haciendo que queramos permanecer unidos en busca de calor. Incliné la cabeza, acariciando su mandíbula con mis pulgares y soltó un gruñido. Mordió mi labio inferior y tiró de él levemente. Nos separé por falta de aire, jadeando y sintiendo mi corazón acelerado golpear contra mi pecho.

—Hola. —Susurró sonriendo y me reí besándole de nuevo.

—¿Qué haces aquí aún? Sabes que me voy con Tony. —Murmuré bajando hasta su cuello, dejando una pequeña mordida.

—No podía irme sin despedirme de ti. —Respondió dramático.

—Nos vamos a ver esta tarde, idiota. —Reí acunando su rostro en mis manos y picoteando sus labios.

—Lo sé, pero quería decirte hasta luego.

—Eres tan cursi. —Rodé los ojos.

—Porque te quiero.

—Y yo a ti. —Sonreí como una estúpida, bajándome de sus brazos. —Tengo que irme, me muero de hambre. —Le besé. —Nos vemos a las seis.