Saving You {Vic Fuentes}

Capítulo 22 {Juego estúpido}

Michelle

Hacía un buen día hoy, así que después del instituto iríamos a la playa todos juntos, Kells, Tony, Mike, Jaime, Vic y yo. Pero por desgracia todavía teníamos todo un día de clase por delante y no me apetecía mucho que digamos, ya empezaba a notar las miradas, susurros y risitas de Stephany con su séquito.

—Estás dispersa. —Observó mi mejor amigo pasando una mano delante de mi cara.

—Sí. —Salí de mis pensamientos sobre saltarme la siguiente clase, mirándole. —Lo siento, ¿Estabas diciendo algo? —Pregunté ahora concentrada en él.

—No realmente, solo quería hablar sobre algo contigo... —Respondió girándose en su silla para estar frente a mí.

—Oh, hum, claro. Dime.

—¿Has recibido más mensajes estos días? —Preguntó en voz baja, evitando que el profesor nos pillara y que los demás nos oyeran.

—No, tranquilo. —Aseguré.

—¿Seguro? —Quiso confirmar y asentí. —Espero que te acuerdes de nuestro acuerdo, porque si me entero de que recibes alguno y no me lo dices, no dudaré en contárselo a Kellin. —Levantó una ceja.

—Lo sé, lo recuerdo. —Bajé la mirada, queriendo terminar esta conversación.

—Lo más probable es que sea la zorra de Stephany. —Asintió con la cabeza, pensativo.

—Sí, lo he pensado, pero no es ella. —Mordí mi labio inferior con nerviosismo. No quería decirle el por qué lo sabía.

—¿Por qué? —Mierda. Ya estaba sonrojada.

—El día en el que... Me echaron del vestidor... Bueno, me mandó una foto de mí en ropa interior y Stephany estaba dentro, así que no pudo ser ella. —Justifiqué mi deducción en voz muy baja y Tony soltó un bufido.

—Ugh, está bien. Entonces tendrá que ser alguna de sus "amiguitas" —Rodó los ojos.

—Todas estaban dentro. —Añadí. —Creo que es un chico. —Murmuré.

—Déjame ver los mensajes. —Pidió extendiendo su mano por debajo de la mesa. Desbloqueé mi móvil y se lo pasé. Bajó la mirada con disimulo, subiendo hasta el primer mensaje, leyéndolos todos y apretó el puño al ver la foto. Finalmente, terminó y me devolvió el teléfono. —No creo que sea un chico. Los mensajes no son de acuerdo a como pensamos y creo que si lo fuera hablaría sobre tu físico, posiblemente algo de acoso sexual. Te llama puta varias veces por acercarte a mí y a Vic, un chico no haría eso, estoy completamente seguro de que es una de estas niñatas. —Apretó la mandíbula mientras se giraba para mirarlas. Ellas, al instante de verlo, se callaron y fingieron escuchar al profesor.

—Las odio. —Gruñí.

—Yo también. —Respondió mirándome de nuevo. —Pero no dejes que arruinen el día. Va a ser perfecto, las veinticuatro horas con nosotros. —Sonrió para tranquilizarme.

—No sé si eso me anima, ¿Eh? —Bromeé empujándolo un poco. Comenzamos a reír.

—¿Hoy donde dormirás? Sé que no te gusta estar en casa sola por la noche... —Apoyó la cabeza en su mano.

—Me quedaré donde Kellin, los días que no duermo en tu casa, duermo en la de mi primo. —Me encogí de hombros.

—O en la de Vic. —Dijo pícaro, levantando las cejas.

—Cállate, fue solo un día. Y me invitó Mike, no él. —Reí por lo bajo, empujándole de nuevo.

—Bien, bien. Pero dormiste con Vic. —Contraatacó.