Capítulo 40 {Poco hombre}

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Michelle

Había perdido la cuenta de los vasos que había bebido. Todos habían perdido la cuenta. Al final mi primo ni siquiera apareció por la fiesta, estaría demasiado ocupado con Katelynne y todos los demás se fueron a las cuatro de la madrugada, dejándonos solos con nuestras estúpidas ideas. Jaime, Mike, Melanie, Tony, Vic y yo, los seis estábamos sentados en un círculo para jugar a la botella aprovechando que estábamos demasiado borrachos como para rechazar cualquier reto. La boquilla de la botella apuntó a Mike y todos le miramos riendo tontamente.

—¡Reto! —Arrastró la palabra casi ininteligiblemente.

—¡Quítate los pantalones! —Exclamó Melanie entre carcajadas. En realidad, no hablábamos, solo nos limitábamos a gritar por la emoción. Su novio la obedeció, levantándose como pudo para despojarse de sus jeans, dejando a la vista unos bóxers con estampado de snitchs doradas. Solté un grito apuntando la prenda.

—Qui... Quidditch. —Interrumpí la palabra con un pequeño hipo. Todos rieron, probablemente sin entenderme y volvimos a girar la botella. Jaime.

—¡Verdad! —Gritó feliz.

—¿Con quién te acostarías de los presentes? —Cuestionó Tony.

—Con Michelle. —Admitió mirándome. Volvimos a reír de forma colectiva y giramos la botella. Vic.

—¡Reto! —Levantó un puño en el aire.

—¡No respires en cinco minutos! —Habló Jaime. Vic se dispuso a cumplirlo y, al ver que no podía, explotamos en carcajadas sonoras. Giramos la botella. Melanie.

—¡Reto! —Rió como loca.

—¡Besa a Mike! —Grité. Ella se acercó a él, tomando su rostro entre sus manos para realizar el reto y terminaron tumbados en el suelo sin dejar de besarse de manera fogosa. Los ignoramos para poder girar la botella. Yo.

—¡Reto! —Exclamé divertida.

—¡Besa a Tony! —Exigió Mike soltándose de Mel un solo segundo.

Me acerqué a mi mejor amigo sin reparo y pasé una de mis piernas por su regazo, posicionándome sobre él al mismo tiempo que rodeaba su cuello con mis brazos. Me miraba entre sorprendido y confuso cuando, sin esperar, junté nuestros labios. Cerré los ojos de puro cansancio mientras nos besábamos y casi no noté sus manos en mi cintura. Me devolvió el beso con unos segundos de retraso pero de manera deliciosa. Jamás pensé que Tony besaría tan bien. Subió sus manos a mi rostro y mordió mi labio antes de separarse de mí, levantándose conmigo encima.

—Suficiente por hoy. —Decretó algo más sobrio.

Se dirigió hacia las escaleras todavía sin soltarme y subió a los dormitorios. Se pasó el de Vic y todos mis recuerdos con él me golpearon de la manera más dolorosa posible, llenando mis ojos de lágrimas. El alcohol me dejaba sensible. Pasamos también el de Mike y se introdujo en uno que no había visto aún, derrumbándose en la cama sin soltarme. Comenzó a acariciar mi cabello cuando vio que estaba llorando y dejó besos desordenados sobre mi cabeza, envolviéndome en un abrazo de oso como solo él sabía darlos. No me negué a su contacto, todo lo contrario, me aproximé todo lo posible en busca de cariño y consuelo mientras mis sollozos aumentaban de intensidad. Murmuró palabras de alivio que fui incapaz de entender y me meció con suavidad hasta que me invadió el sueño.















El dolor de cabeza me despertó sin piedad y abrí los ojos poco a poco, encontrándome con Tony plácidamente dormido a mi lado solo en bóxers. ¿Pero qué mierda? Me incorporé lentamente, pasé una mano por mi cabello despeinado y bostecé sin poder contenerme, a pesar de que sabía que el dolor se intensificaría. Intenté levantarme pero me rendí incluso antes de poner un pie en el suelo. Sacudí a Tony sin fuerzas para preguntar qué había pasado. Aún que en realidad estaba tan malhumorada por mi estado que me daba igual si habíamos hecho algo indebido o no.

Saving You {Vic Fuentes}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora