Michelle
Estaba muy nerviosa, desde luego, llevaba mucho tiempo sin hacer algo así, quizá nunca lo hice realmente; lo más parecido a una cita que tuve con Andrew fue salir a dar vueltas al parque. Esta vez era mucho más importante para mí, sería con Vic y no quería arruinarlo. Terminé de ducharme y salí del baño solo con mi ropa interior puesta y una toalla en el pelo. Sobre mi cama estaba el vestido que usaría hoy, pues Vic había dicho que iríamos a un restaurante de reserva y no podía ir de cualquier modo. No me agradaba mucho ir arreglada y todas esas mierdas de chicas “guapas” pero por él merecía la pena hacerlo. Había comprado un conjunto nuevo de lencería bastante sexy por si teníamos oportunidad de acabar hoy lo que empezamos en su cumpleaños y el vestido nunca lo había usado a pesar de tenerlo desde hace uno o dos años. Tendría que maquillarme y peinarme bien, así que había empezado a prepararme una hora y media antes de la acordada con Vic, que pasaría a por mí a las nueve. Abrí un cajón de mi tocador y saqué todo el maquillaje que tenía (que no era mucho) para empezar. Apliqué corrector a las zonas enrojecidas debajo de mis ojos y a los lados de mi nariz antes de poner la pre-base. Coloqué la base en una esponja aplicadora y la expandí bien por mi rostro, intentando que no quedara el "efecto máscara" y repasando las zonas en las que se notaba un poco. Por suerte era mate y mi rostro no parecía un enorme foco de luz y purpurina. Pinté mis párpados de un lila claro por la parte del lagrimal, aumentando el tono conforme me acercaba al extremo contrario, hice el eyeliner en gris oscuro, subiendo un poco la punta del final y finalmente me puse rimmel para mantener mis pestañas rizadas toda la noche. Terminé con los labios color vino y me puse el fijador de maquillaje. No usé rubor, ya que estaba segura de que Vic haría que mis mejillas enrojecieran de forma natural. Guardé todo y me dirigí a la cama para coger mi vestido justo cuando la puerta se abría.
—Se llama antes de entrar, estúpido. —Regañé a mi primo.
—Si llimi intis di intrir. —Imitó mi voz para burlarse. —¿Por qué tan sexy? —Señaló mi ropa interior.
—No te importa, fuera. —Sacudí mis manos, echándole de mi habitación.
—Vale. Bien. Solo venía a decirte que Vic está abajo. —Se encogió de hombros conforme volvía a la puerta.
—¿¡Qué!? —Grité más nerviosa todavía. Aún que al oír la risa de Kellin se transformó en rabia. —¡Eres idiota, Bostwick! ¡Lárgate, ya estoy lo suficiente nerviosa! —Exclamé lanzándole todos los cojines de mi cama.
—¿No necesitas ayuda con el vestido? —Me devolvió los lanzamientos riendo.
—Ugh. Pero me dejas tranquila. —Advertí señalándole con mi dedo índice. Levantó las manos en señal de paz, acercándose a mí. Me puse el vestido desde abajo y lo subí con cuidado para no romperlo. Metí los brazos en sus mangas y Kells tiró de la cremallera hacia arriba, cerrándolo lentamente. Me dio una vuelta con su mano, provocando que la toalla de mi pelo se cayera y ambos reímos. —Estás preciosa. Si Vic intenta propasarse, debes decírmelo. —Bromeó con una pequeña sonrisa y le empujé riendo.
—Gracias, Kelloggs. —Respondí abrazándole fuerte. Era muy especial para mí que me hubiera dejado ir a la cita. Aún que iría sin su consentimiento, por supuesto. —Ahora, tengo que peinarme. —Murmuré soltándole y rodé los ojos ante la idea. Secado y planchado, ugh.
—Que difícil es ser mujer. —Usó un tono afeminado, echándose el pelo hacia atrás con una mano.
—Ni que lo digas. —Le seguí la broma, imitando a las pijas de mi instituto. Reímos los dos y se tiró sobre mi cama recién hecha, estropeando lo impoluta que estaba. —¡Eh, levanta! —Exclamé cogiendo uno de los cojines del suelo para tirárselo a la cara, pero el muy hijo de mi tía, lo atrapó al vuelo y se lo puso debajo de la cabeza.
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Saving You {Vic Fuentes}
Fanfic-¿Quién eres? -Pregunté confusa. -Solo soy Vic. -Se encogió de hombros.