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Pov Yasuo

Los dos habiamos despertado, después comimos un poco y volvimos a ponernos las capuchas, seguimos nuestro caminó hacia Noxus para visitar a los padres de Riven, y solo había pasado 2 de los 7 que teníamos, pasábamos por la ciudad de nuevo hasta que ví como un niño se le acercaba a Riven llorando.

— ¿Estas perdido?— El niño asintió, Riven como lo amable que es, decidió ayudarlo, hasta que ví a su madre... Era una de mis compañeras de combate.

— Gracias por ayudar.— Ella me miro y se sorprendió.— No puede ser, ¿Eres tu?— Se acercó y me dió una cachetada en la cara, Riven solo pudo reír de la situación mientras yo me sobaba.— Eso es por irte sin decir nada y esto...— me beso y Riven siguió riendo ¿Que acaso no tendría celos?— Es por haberme dejado sola cariño.— Eso me sorprendió, yo nunca había tenido alguna relación con una mujer.

— Oh, así que tú debería de ser...— Dijo Riven tratando de que mi compañera le dijera que era, yo rezaba porque no dijera ex-novia o algo así de estúpido.

— Su N-O-V-I-A ¿Entendiste?— Riven solo asintió ¿Acaso ella no se pondrá celosa por mi nunca?

— Comprendido, yo soy Riven, su mejor amiga, mucho gusto en conocerte...— ¿Porque Riven le está siguiendo a está loca?

Kumiko.— Ella volteo a verme con ojos de enamorada, ¿Porque papá me dió la maldición de las locas enamoradas? — Cariño, te extrañaba~— Ella se lanzó hacia mi y yo solo lo esquivé, Kumiko cayó de cara para mirarme con lágrimas.— Que cruel eres con tu novia, cariño.— Riven seguía sin decir nada, así que decidió hablar con el pequeño niño.— Ven aquí y dame un beso de reconciliación, vamos que tu hijo nos está viendo.— Riven de nuevo estalló a risas, parecía que se la estaba pasando bien, pero por aparte mía, era como decirle que era infiel a Riven en toda su cara.

Kumiko, yo lo siento, pero ya tengo una novia oficial, y es Riven, yo la amo y lo siento pero no te puedo amar, nos vemos.— Tomé a Riven del brazo y comence a correr hasta el bosque que conduciría a Noxus. Riven comenzó a reír más fuerte de lo normal.—¡¿Que es lo que te parece gracioso?!— Dije con enojo, ella se tranquilizó y me miro de buen humor.

— El chico era el hermano de Kumiko, pero el se iba a ser pasar por tu hijo ya que Kumiko aún te seguía amando y ella le había prometido postres para siempre.— Ella después respiraba para no volver a reír.

— Tambien me puedes explicar otra cosa...— Dije con frustración, ella me miro y asintió.— ¿Porque no defendiste a tu hombre en una situación como esa?— Ella coloco sus brazo en forma de "Yo no sé".— Claro que lo sabes, y es mejor que lo digas, antes de que te arrepientas...— La había dudo, pero al final me miro con rendición.

— Simplemente me quedé pensando de que ya no me necesitabas y podías vivir con ella, ya que tú y yo no habíamos llegado a tan lejos en nuestra relación podríamos haber encontrado a otras personas.— Eso... Que dijo... Encendió mi cabeza, solo nos habíamos besado, y no habíamos llegado a más.

— Oh, ¿Asi que tengo que llegar a más para que pelees por mi? Eh.— Ella me me con miedo y comenzó a correr, pero entre los dos yo era el más rápido, así que la alcance y los dos caímos al suelo.

— N-no hagas algo de lo que luego te arrepientas.— Dijo Riven temblando.

— No te preocupes, no me arrepentiré, lo disfrutaré todo lo que pueda.— La besaba en su cuello, ella oprimía cualquier sonido o movimiento, eso no me agradaba en nada.

El Amor Es Como Un Viento Desterrado [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora