~53~

380 25 20
                                    

Pov Yasuo

Desperté con el sonido de la cocina, lo primero que mire es que estaba Riven conmigo, ella seguía dormida y yo estaba apoyada en ella.

Volví a escuchar ruido y esta vez una maldición y una risa de niño.

Me levanté con cuidado de no despertar a Riven y fui a la cocina, encontré la sorpresa de que quienes estaban en la cocina eran Shon y el niño que nos había desmayado.

— ¿Pero que demonios hacen ustedes dos aquí?— Dije tratando de despertarme completamente ya que apenas me había despertado.

— Y-Yo estoy tratando de hacerles un desayuno de disculpa por lo que hizo este "niño" de aquí.— Menciono Shon mirándolo con una sonrisa de irritación mientras el niño solo reía de su expresión.— Pero yo no sé cocinar y el es nuevo en el universo, así que es un intento en vano hacerles un desayuno.— Se resigno y el niño agacho su cabeza.

— Lo único que hicimos fue hacer ruido, aunque fue divertido verlo pelear con los utensilios señorito Shon.— Yo reí ante lo que le había dicho, señorito, me recordó cuando conocí a Yin, ella también me había dicho señorito.

— No soy señorito... Soy señor...— Eso me había impresionado, Después ví su cara y estaba totalmente roja.

— Eso significa que...¿Con quien fue?— El niño no parecía incomodarle pero Shon se moría de todo lo rojo que estaba.

— P-Pues eso fue cuando...— Estaba apunto de hablarle sobre sus experiencias cuando Shon recordó que apenas era un niño, o bueno, eso había leído en su rostro.— ¡T-Tu no tienes porque saberlo, solo llámame señor y punto!— El niño y yo reímos de la reacción de Shon.

— Bueno, otra pregunta...— El me miro fijamente y después sonrió y me apunto.— ¿Porque tienes un arbusto en la cabeza?— Ahora era Shon el que reía sin parar mientras yo simplemente me le acerque, tome sus mejillas y las estire.

— Mi cabello es honor en mi país ¿Sabes?— Mi tono enojado se notaba demasiado, mientras que Shon seguí muriéndose de la risa.

Solté al niño y lo miraba fijamente.— Ah pues que extrañas costumbres tiene tu país, aunque... Por lo que se tu no tienes honor...— El niño comenzó a correr por toda la cocina siendo perseguido por mi.

¿El que se creía hablando así de mi?

Estuvimos así un buen rato, hasta que note que era de mañana, digo, desperté y pensé que era de madrugada pero por lo que veo si es de mañana.

Me rendí ante el niño y dejé de perseguirlo, después por un instante ví la sala, estaba Riven despierta, estaba leyendo un libro, su cabello estaba suelto y mojado, se veía linda en ese momento, tan solo de verla me traía paz.

Después miro hacia nosotros, note que no solo yo la apreciaba sino que Shon y el niño también la miraban atentamente.

— ¿Terminaron su discusión?— Pregunto Riven con amabilidad, después dejo el libro y se levantó.— No les dije nada porque pensé que estaban hablando de algo que no debía enterarme.— Ella se acercó a mí y me dió un dulce beso.— Buenos días cariño.— Yo estaba sorprendido de lo dulce y maternal que era en ese momento, después fue con el niño y lo cargo en sus brazos.— Buenos días para ti, conejito travieso.— Ví como es que el niño sonreía como nunca y la miraba con admiración, Riven toco su nariz y le dió  a un beso en la frente.— Y buenos días a ti Shon.— Shon hizo una reverencia y con sus brazos le pidió al niño a Riven.— ¿Tan rápido se van?— Pregunto Riven un poco triste.

El Amor Es Como Un Viento Desterrado [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora