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Narra Thomas

-Ya lo sé, Ki. No hace falta que me tortures- resoplo mientras hablo con mi amigo por teléfono.

-Solo te digo que llevas enamorado de Dylan demasiado tiempo... Díselo, no pierdes nada.

-Pierdo su amistad Ki, eso no me lo perdonaría nunca... Sí, amo a Dyl con todo mi corazón, pero no dejaría que porque el estúpido de su amigo se haya enamorado de su maravillosa forma de ser y su maldito cuerpo sexy que...

-Para el carro, Thomas. No quiero saber lo que opinas del cuerpo de tu enamorado- dice Ki.

Siento como me pongo rojo y sonrío al imaginarme a Dylan de cualquier manera. El hombre está para mojar pan y repetir mil veces.

-Mira, mejor te cuelgo, voy a llamarlo. Me quedan a dos horas para llegar al set y si puede voy a verlo, lo echo muchísimo de menos...- contesto intentado acabar la conversación.

-¿Más que a mí?- pregunta Ki y noto algo de indignación fingida en su voz.

-Sí, ¿quieres la razón? Cómo antes me callaste a lo mejor no te interesa saber todo lo que querría hacer con Dyl...

-¡NO! ¡PARA, THOMAS, NO LO HAGAS! Sois mis amigos, no necesito saberlo.

Doy una carcajada que me sigue él.

-¿Me estabas vacilando, verdad?- pregunta seguro que con una sonrisa.

-Claro que sí, chino. Nunca te diría todo lo que me gustaría hacer con Dyl- guiño un ojo aunque sé que no me ve.

-¡QUE SOY COREANOOOOO! ¿Has guiñado un ojo verdad, Thomas? ¿Sabes que aunque no te vea te conozco? A veces me das miedo- suspira y yo me río. Bien que lo ha adivinado- de acuerdo, da igual, lánzate con Dylan... Thomas por favor te lo pido. Seguro que seríais más felices.

-Ki Hong Lee, NO-QUIE-RO-QUE-DYL-ME-RE-CHA-CE.

-Thomas Brodie-Sangster, NO-LO-VA-A-HA-CER. Dylan está tan enamorado de ti como tú de él. ¿Alguna vez te has fijado como os miráis en las entrevistas? Parece que soy el único que se fija en vosotros a parte de Kaya y Rosa...

-Y por eso eres bastante rarito- noto que me empezaban a sudar las manos- te cuelgo chino voy a llamar a Dyl, adiós.

-Coreano, Sangster. Suerte, díselo y adiós. Saludos de parte de Hayo y suerte también de su parte.

-Dile que gracias y saludos también de mi parte.

Colgué y marque nervioso el número de Dylan, pero no me contesta Dyl.

-¿Hola? ¿Thomas?

-¿Hoech? ¡Hey! ¿Está Dyl por ahí o está muy ocupado?

-Sí, sí, ahora te paso con Dylan. Estaba nervioso y no daba cogido el teléfono- oí a Hoechlin reírse y a Tyler también a carcajada limpia. O por lo menos parecía Posey.

-¿Nervioso? ¿Por qué nervioso?- río al imaginarme la escena de esos tres.

Supuse que ya le había pasado el móvil a Dyl porque ya no contestó más.

-AY, THOMAS. A DYLAN SE LE CAYÓ DOS VECES EL MÓVIL, DOS VECES- oí gritar a Ty para después descojonarse.

-¿Hola? ¿Tommy?

Sonreí automáticamente al escuchar su voz. Suspiré en silencio e intenté calmar los nervios que habían vuelto nada más oírle.

-Hey, Dyl, ¿que tal estás?

Se quedó callado y yo por un momento pensé que se había cortado.

-¿Dyl?- volví a preguntar.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora