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Se alerta a los lectores y a las lectoras de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.

Leer bajo responsabilidad propia.

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-¡Mierda, Tommy!- escuchar a Dylan gemir en bajito se va a convertir en mi hobbie favorito.

Y eso que ni siquiera hemos empezado. Solo le doy sonrisas y pequeños besos en los labios para callarlo.

Bajo lentamente su bóxer.

-Eres un...- me besa con fuerza y me aparto para controlarlo mirando para la orilla- oye, ¿vas a estar así hasta que acabemos? Porque estás más pendiente de ellos que de mí y soy yo quién te la va a meter.

Lo miro y veo que de verdad está molesto. Empujo un poco su hombro.

-Eres un bruto- beso sus labios suavemente e intento olvidarme de nuestros amigos. Cuándo el bóxer llega a sus tobillos lo deja a un lado moviendo los pies y me separo de él y hago lo mismo con el mío.

Volviendo a la posición inicial me restriego un poco por su miembro besándolo con ganas.

-Esto ya me gusta más, ¿ves? Con lo fácil que es hacerme feliz- agarra más fuerte mi cintura pegándome más a él. Coloca su miembro en mi entrada y la roza varias veces haciendo de el roce una tortura. Me pego más a él si se puede, controlando los gemidos y la intensidad de los besos.

-¿Para ti ser feliz entonces es simplemente follar conmigo?

Ríe y no tarda en asentir haciendo que ruede los ojos. Para vengarme froto nuestros miembros y le hago gemir en bajo.

Después de un rato entre besos y jadeos, penetra lentamente su miembro en mi culo y una sensación entraña me inunda todo el cuerpo. Una ola de placer recorre mi espalda. Noto su piel ardiendo incluso debajo del agua.

Yo mismo bajo más mi cuerpo para que me penetre más hondo. Es cuándo empieza las embestidas lentas que me suelen torturar de más. Coge su mano y la lleva a mi pene para empezar a masajearlo igual de lento que las embestidas pero con la misma firmeza.

-Dyl...

-Dime, Tommy, ¿pasa algo?- sonríe divertido yendo al mismo compás.

-Eres un capullo- pongo mi cuello hacia atrás mordiéndome el labio para no gemir de placer. Ataca mi cuello sin esperar mucho y lo echo hacia la derecha para darle más acceso a él. Deja unas leves marcas que seguro desaparecerán mañana. Suelto un gemido ronco y en bajo viendo que ha aumentado las embestidas.

Sigue y sigue con ellas hasta que vuelve a aumentar de velocidad y deja mi miembro golpeando su estómago y el mío. Lo cojo y sigo con el trabajo que él estaba haciendo.

Lentamente me muevo de arriba a abajo para hacer doble placer en sus embestidas. Gemimos en bajito, jadeamos nuestros nombres hasta que doy un pequeño gemido en una voz más alta de lo que debería.

Noto como se vacía en mi interior mientras da las últimas estocadas y yo me corro en su estómago. Lo abrazo poniendo mi cabeza en su hombro. Nos quedamos así unos minutos recuperando la respiración.

-¿Fantasía cumplida?- pregunto sonriendo quitándome de su colo y haciendo que salga de mí. Reprimo un jadeo que sale de sus labios. Cojo los bóxers con el pie y los levanto hasta cogerlos con la mano.

-Con creces. Todo lo que hago contigo lo superas por 1000 al ser tú- me da un beso en los labios agarrando mi cuello. Pero me separo a los segundos.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora