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Noviembre, 2019

-Recuérdame que tenemos todo preparado, Julia- digo mientras mamá acaba de colocarme el traje. Negro con camisa blanca y corbata negra. Una flor roja en el bolsillo del pecho de la chaqueta.

Julia resopla y rueda los ojos.

-Lo tenéis todo perfecto, Dylan. Thomas y tú habéis organizado en nueve meses y poco vuestra boda de ensueño. Lo habéis planeado detalle por detalle y hasta habéis mantenido tradiciones absurdas como preparar los pétalos de rosa al salir de altar o no veros el traje hasta el momento en el que os caséis. Está todo perfectamente planeado desde hace tres semanas, disfrútalo Dyl- sonríe Julia- es tu boda. Te casas con Thomas. Con TU Thomas.

Sonrío sin poder evitarlo. Sacudo la cabeza para concentrarme en repasar todo.

-¿El juez?

-Ya está allí- responde Julia rápidamente mirando el móvil- también los del restaurante, se han encargado de todo lo que tiene que ver con la comida. Estaban terminando las mesas que están a unos metros del altar. Kaya acaba de decírmelo hace 5 minutos, ya debieron haber acabado.

-¿Los crisantemos? ¿Las sillas? ¿Las mesas? ¿Y la cubertería? ¿Los manteles? ¿La comida y la bebida está guardada y preparada? Incluida la tarta espero, ¿y la decoración?

Julia asiente divertida.

-¿Estás perdiendo los nervios, eh?- pregunta sonriendo- está todo tal cual indicasteis. También la música de vuestro baile.

Ignoro su pregunta y sigo con el repaso.

-¿El fotógrafo? ¿Y las cestas con los regalos para los invitados? ¿Están todos ya allí?

-También está. Justo al lado del altar haciéndoles fotos a los invitados y los regalos dentro de sus cestas ya envueltas, en una mesa al lado del arco para pasar a donde comeremos todos- mira el móvil y sonríe- Ki me acaba de decir que solo falta Britt. Oh y espero que tengáis el brindis preparado, recordad enlazar vuestros brazos para beber.

Chasqueo la lengua medio molesto.

-Obviamente y bueno... no pasa nada, tenía cosas que hacer aunque me dijo que intentaría venir- se cruza de brazos.

-Dylan O'Brien, brazos quietos o se te arruga el traje- dice mi madre colocándoselo. Mi padre desde el sillón ríe viendo a mi madre de los nervios también.

-Lisa, amor mío, descansa- le dice mi padre levantándose para sentarla en el sofá a su lado. Estamos en la habitación de un hotel cerca del campo donde tenemos el convite y la boda preparada.

-¿¡¡Cómo voy a descansar si se casa mi hijo Patrick!!? ¡Nuestro niño!- dice mi madre protestando. Yo sonrío con ternura.

-Mamá, tranquila- le digo- ya sabes lo feliz que soy con Thomas.

-Ay, mi niño, si yo soy la madre más feliz del mundo junto Tasha de veros así, pero ya has crecido tanto- de sus ojos caen unas lágrimas pequeñas que me tientan en ir y abrazarla pero sé que diría que no me moviese por no fastidiar el traje.

Julia guarda el móvil en su sujetador sonriendo.

-Ava me acaba de decir que Thomas está como tú. Pidiéndoles que llamen a todos para comprobar los preparativos y casi está por morderse las uñas. Tasha no se lo permite- ríe al final.

-¿Que más da? Thomas es hermoso con uñas, sin uñas, calvo, con su precioso pelo o cómo él se lo proponga.

Los tres me sonríen con ternura y yo me ruborizo al haberlo dicho tan directamente.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora