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Enero, 2019

Narra Dylan

Desperté con movimientos en nuestra sábanas, me estiré mientras bostezaba.

Con los ojos entrecerrados miro para mi lado y no veo a Thomas. Cierro los ojos para frotarlos y después abrirlos bien.

-¿Tommy?- siento unas manos en el pantalón de mi pijama y levanto las sábanas sorprendido- Thomas Brodie-Sangster, ¿se puede saber que rayos haces ahí abajo?- me remuevo evitando que mi cuerpo cree una erección por la imagen.

-Algo que te va a gustar mucho, Dyl- sonríe mientras sube por mi cuerpo para darme un beso- hoy es un día muy, muy especial.

Baja dándome besos por todo el pecho. Suspiro de placer y al notar que se me eriza la piel ronroneo acariciándole los hombros hasta que sigue bajando y no llego nada más que a su pelo. Baja mis pantalones con cuidado llevándose con ellos el bóxer.

Sube para volver a besarme con delicadeza y pongo mis manos en su cadera para darle la vuelta y mandar a la mierda la delicadeza, pero no se deja.

-Hoy me encargo yo de todo, Dyl- sonríe mientras me vuelve a besar y me resigno envolviéndolo en un abrazo siguiendo el beso. Coloca su mano en mi miembro empezando a masajearlo.

Agarro su culo moviéndolo hacia mí para que se restriegue contra mí mientras sigue con sus caricias poniendo mi miembro en erección. Gemimos con la acción siguiendo con los besos.

Cuando ya está algo erecto se separa de mí y baja hasta mi entrepierna dejando millones de besos húmedos por mi cadera. Con cada acercamiento a mi miembro, este se endurece un poco más. Tener a Thomas tan dispuesto a todo me vuelve loco.

Deja más besos desde la base hasta la punta antes de meter la punta en su boca succionando levemente. Abro los ojos sorprendido por la delicadeza y respiro agitadamente apoyando mi cabeza en la almohada, intento controlarme mientras Thomas sigue succionando. Se para unos segundos metiendo un poco más en su boca.

-Oh... Dios... Mío, Tommy...- jadeo mientras me retuerzo un poco y agarro las sábanas con mis manos dejando mis nudillos blancos.

Cuando ya tiene varios centímetros más metidos en la boca, succiona un poco mas fuerte mientras lleva una de sus manos a mi miembro para subirla y bajarla. Con la otra acaricia y aprieta mis testículos para estimularme más.

Gimo su nombre sin poder reprimirme.

-Dios... Tommy... No entiendo cómo haces tan bien esto- noto cómo sonríe y para de masajear con su mano mi miembro para continuar metiendo otro poco más en su boca.

Succiona otro poco antes de seguir metiendo más centímetros en su boca. Hago el amago de levantar mi cadera para embestirlo, pero resisto a tiempo. Miro a Thomas que me mira fijamente alzando un ceja. Se separa dejando de chupar y me mira serio.

-Lo siento, Tommy. Fue acto reflejo. Yo...- conmigo sonrojado, me interrumpe.

-Puedes embestir si quieres, Dylan- dice rodando los ojos cómo si fuera obvio.

-Oh... Sí... Vale- aún más sonrojado asiento y Thomas sonríe para meter de golpe mi miembro en su boca arrancándome un pequeño grito.

Ahora en lugar de succionar, simplemente masajea todo el miembro metiendo cada vez más volumen en su boca, muerde ligeramente la punta al subir haciendo que eleve mi cadera. Jadeo al sentirse tan bien.

Gimo mientras Thomas sigue a lo suyo y al acelerar su movimiento no lo puedo soportar más y muevo mi cadera hacia su boca repetidas veces pero lento haciendo que penetre más a fondo, con mi punta noto su garganta y me arranco en gemidos mientras aumento la velocidad de las embestidas y Thomas el de los movimientos yendo la mismo compás. Se me nubla la vista del placer.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora