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Narra Dylan

-DYL, LLEGAMOS TARDE. MUEVE TÚ CULO DE LA DUCHA O ME HARÁS ENTRAR A BUSCARTE- me río de él- Y OH, CRÉEME. NO QUERRÁS ESO.

Apago la ducha y salgo sonriendo con una toalla a la cintura.

-¿Podrías darte prisa, Dyl?- me pregunta de brazos cruzados de pie a los pies de la cama.

-No- me acerco a él sonriendo.

-¿Qué? ¿Cómo no?

Niego con la cabeza divertido.

-¿Qué? ¿Cómo no? En serio. Dyl, cariño, amor, ¿estás bien? ¿El alcohol de ayer te afectó de más?- me pregunta confundido.

Me río de su confusión y recuerdo que ayer bebimos un poco en la habitación para acabar con una bonita ronda de besos. Llevamos ya una semana de novios otra vez y es todo genial.

Me toca la frente mirando si tengo fiebre y es cuándo aprovecho para besarlo. Lo empujo contra la cama y lo tiro para ponerme encima de él.

Lo beso sin dejar que se pare a pensarlo, me coloco bien la toalla mientras coloco mis piernas a cada lado de su cadera.

Voy a su cuello besándolo poco a poco, mojo mis labios y los dejo en algunas partes un buen rato.

-Dyl... El set. La película. Wes. Los chiCOS- gime y me río mientras muerdo suavemente su cuello- Dylan, en serio. Dylan, Dyl, para.

Me intenta empujar los hombros pero tengo yo más fuerza, inmovilizo sus muñecas contra la cama. Pero noto como sonríe. ¿Por qué tiene que tener la sonrisa más bonita que conozco?

-Sé bueno, Thomas- le digo mientras lo beso por los brazos para acabar en su boca.

Corta el beso e intenta que le suelte las manos.

-Soy bueno y responsable, por eso quiero ir a trabajar.

-Y yo soy bueno e irresponsable, por eso quiero quedarme todo el día en la cama con mi novio.

Resopla y sonrío.

-Eres imposible, Dylan.

-Te encanta estar así- junto mi entrepierna con la suya y se muerde el labio.

Me acerco a su oído.

-O atrévete a decirme que no- muerdo el lóbulo de su oreja y bajo por su cuello, noto cómo se estremece debajo de mí. Sonrío en el acto.

-No entiendo porque estoy yo excitado y estoy abajo si eres tú el que vas provocando usando mi ducha y saliendo en toalla- rueda los ojos- yo debería estar apresándote.

-Oh tranquilo, Tommy. Yo también estoy excitado- me río cuando mira para la toalla y traga saliva.

-Dylan, en serio. Van a venir a buscarnos y no voy a dejar que nadie vea a mi novio así. Muévete y déjame salir de debajo de ti.

Sonrío y dejo su agarre para besarlo, juego con su lengua mientras pone sus manos en mi culo y subirme un poco por su cuerpo.

Al final me separo y Thomas se quita la camiseta.

-A ver, Tommy. O vamos a trabajar o dejas de provocarme- digo mientras me pongo el calzoncillo.

Está cogiendo una camiseta del armario.

-Me habías mojado tonto y dime, ¿antes cómo te provoqué? ¿Te recuerdo que estaba vestido?

-Porque tú me pones vestido, desnudo, en chanclas, en buzo o cómo te quieras poner.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora