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-Hola, Tommy...

-Hola, Dylan.

-Qué... ¿qué tal estás?

-Bien. Supongo. Sé que solo llevo tres días en Londres, pero me alegro de haber visto a Ava y a mis padres, también a Jack aunque me estoy quedando con mis padres. Me ha venido bien para ''despedirme'' de todos cómo no pude hacer cuando nos fuimos.

Me quedo en silencio escuchándolo. A lo mejor tiene razón y fuimos muy bruscos. ¿Es malo no querer esperar?

-¿Tú cómo estás?- me pregunta sacándome de mi ensimismamiento.

-¿Te sientes preparado para hablar del tema?- evito su pregunta. Casi no he dormido estos tres días. Realmente somos muy imbéciles, ¿cómo se puede haber ido de casa por eso? ¿Cómo dejé que se fuera por algo así? Lleva tres días evitando el tema y no lo soporto más.

Escucho un gran suspiro.

-Sinceramente, Dylan. Sé perfectamente que parece que estamos montando el dama, pero, ¿y si lo que te dije es verdad?

-No es verdad. Dios, Thomas, te amo, en serio. Lo hago con todo mi corazón. Estuvimos bien durante cuatro meses. Controlaré a los perros, nos organizaremos bien, cambiaremos lo que haga falta. Era mi casa, pero ya no. Ahora es NUESTRA casa. De los dos. Desde el primer momento en el que la pisaste. Si tengo que cambiar lo que hacía en casa o lo que hacía con Britt cuando venía por costumbre, lo cambiaría mil veces por ti, sin siquiera pensarlo. Te lo juro por mi vida. Lo único que quiero es que vuelvas a casa. ¿Te haces una idea de lo que echo de menos despertarnos juntos? ¿De besarte? Han sido tres días que han dolido como si fueran los meses que estuvimos separados.

-No sé, Dylan. Yo también te echo de menos, pero...

Escucho la voz de Ava por detrás gritando.

-¿Es Dylan? ¡Dile que echo de menos a mi cuñado favorito! ¡Oh y que mamá se lo quiere comer a besos! DYLAAAAN, TIENES QUE VENIR A VERNOS, EH.

Me río dulcemente. Tiene razón.

-Ava, cállate, estábamos hablando de algo importante.

-Por tu sonrojo pareciese más algo sexual que importante o... Oh- ya me la estoy imaginando sonriendo tan perversamente cómo hace Julia- ¿estáis haciendo sex-phone?

Escucho más gritos y una puerta cerrándose.

-Tommy, dime dos cosas.

-¿Cuáles?- me pregunta.

-¿Me quieres?

-No solo te quiero, te amo. Ya lo sabes, idiota.

-¿Y me echas de menos?- pregunto sonriendo.

-Sí, claro que sí, Dylan. Me duele estar alejado de ti. Estoy enamorado de ti por si te habías olvidado, pero eso no resuelve nada.

-Para mí es suficiente. Adiós, te amo.

Cuelgo el teléfono sin esperar a que responda. Me dirijo a la habitación a y agarrando mi maleta meto un par de mudas mientras cojo las cosas del baño. Las meto en la maleta, cojo un vuelo directo a Londres para el próximo, que es dentro de dos horas.

-¿Ty? Necesito que me hagas un favor- le digo sonriendo.

-Dime, hermano, ¿pasó algo?

-Tiene que encargarte de los perros. Hasta dentro de unos días. A lo mejor vuelvo hoy, a lo mejor vuelvo en cinco días.

-Claro, sin problemas, ¿a dónde os vais Thomas y tú?

-Solo yo. Voy a buscar a Thomas a Londres. Discutimos y se fue con sus padres a alejarse un poco de todo, pero no quiero que esté más tiempo separado de mí.

¿POR QUÉ NO CREAMOS DYLMAS? (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora