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Hola, digo simplemente.

No vengo para hablarte, ni para que me hables.

No vengo para contarte sobre mis manías, ni mis locas ganas de comprarme aquél libro de Ciencia ficción que añoro hace tanto...

No vengo para preguntarte si escribís, si sabes hacerlo con estilo, o si tenes esas enormes ganas de escribir en cualquier lugar, en cualquier cosa que tengas a mano, sólo para escribir una idea o un pensamiento.

No vengo a cuestinarte si te gustan estos grupos de música, ése estilo que me robo el alma y esa banda que no deja de merodear mi cabeza.

No vengo a discutir los porqué de la vida.
Ni a decirte que hables, o que me hables con soltura.

No, no vengo a nada de éso.

Y tampoco vengo para confesarte que te pareces al guitarrista de Blur y menos para agregar que tu voz me suena a la del cantante de Arctic Monkey.

Me parece tonto, y no tengo ganas de hablar.

Sólo quiero quedarme junto a vos, contemplando tu pacífico silencio, lleno de enredos.

Hola, saludo sin voz.

Soy la extraña que desprotegio su corazón.









CoraticumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora