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Lo intenté.
Me aparté de tú camino.
Te esquivé como pude.
Intenté seguir por el mío.
Olvidando, por un instante, aquéllos sentimientos que me invaden.

Cada vez que te veo.

Me quedé atrás.
Busqué otra dirección.
Caminé esquivando el mero pensamiento tuyo de mi cabeza.

Como dije: "Lo intenté".
Porque cuando yo te esquivé...
Vos comenzaste a notarme.

Me miraste de reojo.
Me hiciste presente.
Y cuando yo menos lo esperaba, me tendiste una mano.

Justo en el lugar equivocado.
Y casi caigo.
Porque me habías llevado justo a tu encuentro.
Y me diste más que un simple apretón de manos.

Pero yo seguí intentando.

Tambaleante, me dije que no era nada.
"No significa nada".
Y por éso, mi cabeza está dividida en dos.

No lo planeé, ni siquiera me fijé realmente.
Y aseguro que encontrarme a tú lado, en el comienzo de un camino destinado, nunca fue obra mía.

Yo no controlo ésos casos, porque no puedo controlar una multitud de gente que también sigue los mismo pasos que yo sigo.

Así que, mientras copiaba tu afán de observador de pisos y me hice la ausente, me volviste a tender una mano.
Y me hiciste presente.

Un abrazo que, para vos, seguro fue de juego.
Mala suerte para mí que casi me quedo sin aliento.

Y en ése momento lo intenté.
Pero intenté otra cosa.
Algo que no debía.
Aunque me defendí con que no perdía nada.

Éso pensé.

No controlé bien mi voz.
Te acercaste y agudizaste el oído.
Lo que te dije te hizo cerrar los ojos y sonreir por el camino.

Creiste que fue un cumplido y, aunque lo fue, yo lo enmascare de duda.
Pero me atrapaste diciéndome algo que no llegué a responder.
Aunque creo que ya lo sabés.

No sé.

No estoy para jugar con corazones.
Y menos para que jueguen con el mío.
Te busco y no te encuentro.
Te esquivo pero te haces presente como un cuento corto que debí terminar hace mucho.

No es mí culpa.
Creo que tampoco es la tuya.
Si siento es por algo mío.
Tal vez es algo que no estimo.
Pero sigue siendo importante en la vida del mundo.

No quiero, pero lo añoro.
Y éso para mí está mal.
No quiero hacer nada que no valga de verdad.
Me gusta pensar que las cosas pasan por un "algo más".

Y no sé qué es lo que pasó.
Ni las razones que existieron para terminar así.

No puedo predecir el futuro.
Pero entiendo que estarás ahí.
Aunque sea en una esquina que intenté borrar con otras palabras...
Pero que sólo terminó resaltando tu ambigua y muy peculiar personalidad.

















CoraticumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora