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Cupido apareció como alguien solitario.
No me dijo hola.
Tampoco me miró a los ojos.
Sólo tocó con sentido.
Y me flecho con su sonido de Britpop.
Cupido tocaba la guitarra.
Y sonaba como un cantante de rock.
Aunque seguía tocando pop.
Con voz ronca, rítmica y pausada, siguió siendo él.
A pesar de su verdad, aún allí parecía inmortal; joven y adolecente.
Su imagen siguió tocando con el ritmo de Blur.
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Lo aprecie con los ojos.
Lo seguí con los latidos de mi gustoso corazón.
Adolescente.
¿Comprendés un flechazo de tú Cupido humano?
Una representación.
Uno de muchos.
Porque siempre está el sonido y su canción.
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Cupido seguía tocando.
Su cara mantenía su desinterés jovial.
Sus ojos seguían con su desbocada tranquilidad.
Y sus converse lo hacían ver real.
Cupido me flecho con el sonido del Britpop.
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Y lo contemple desde una ventana sin cristal.
Lo vi desde la opción virtual.
Sonriendo a su presencia irreal.
Vi a Cupido.
Sólo, detenido y sin sonido.
Por el medio de los locos, por el medio del mundo.
Reanude su sonido.
Cupido seguía tocando con el sonido del Britpop.
Y con el ritmo de Blur.
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Coraticum
Poetry"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.
