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Me pregunto cuándo.
Me cuestiono el cómo.
Pero nunca el por qué.

Pasa el tiempo,
todo sigue igual.
Camino ignorando,
aunque te sigo sin pensar.

Tonterías.

Tranquila sigo por ser yo.
Y me di cuenta de que cada latido era una invención,
creada de la cabeza al corazón.

Ahora sé que todo está bien.
La paz se envuelve a mi alrededor.

Soy un fragmento de tranquilidad.
Soy el sol y la luna,
hecha de arte y poesía.

Perfecta no soy,
y nunca seré igual que ayer.
Pero siempre seré algo más que cambiante,
teniendo un poco de alma distante,
sigilosamente elegante,
sabía y algo muy parecido a triunfante.

Y con cada sonrisa seguiré cumpliendo
cada anhelo y sueño faltante.
Cada vista de su tonta expresión desafiante.

Mirando el cielo eterno,
me diré que los días pasarán con desdichada rapidez y afortunada tranquilidad.
Pasaré y caminaré,
pensaré y sonreiré.

Como en un cuento escrito de lápiz a tinta imborrable,
así seguiré esperando los momentos que falten.










CoraticumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora