Vive con miedo de perder el tesoro que más aprecia.
No consiste en monedas.
Ni en billetes de veinte o cincuenta.
No son sus pulseras ni sus libros ni novelas.
No son sus guantes con perlas ni sus cadenas de noche vieja.
No son sus zapatos informales ni sus discos de hace bastante.
No son ni cosas ni las estrellas que un día divisó sobre su puerta de habitación.
No es nada que se pueda repetir.
Por lo que mantiene ése algo escondido que sigue a simple vista.
Tan presente como invisible.
Porqur ahí está.
Aquél primero que nadie probará.
Aquél primer contacto que nunca se valorará.
El roce de unos labios finos que parecen nunca querer escapar.
Ése primer beso que jamás obtendrá.
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Coraticum
Poetry"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.