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Todos los sentimientos descritos en aquél fiel pedazo de papel, se quedaron rotas cual espejo fragmentado por el tal vez.

Cada uno de los días, cada palabra escrita, se fue deteriorando por rimas hechas de vida y de un querer tan puro e insano, que las emociones se quedaron impresas en un sentido de lo eterno, poco formulado.

Cuando las semanas pasan y yo me quedo ahí callada, me digo que al final no pasaba nada. Porque los días siguieron, su importancia quedó en cuentos con dulces sentimientos y aquél pantallazo de lo interno se quedó en el ser que poco sabe de su cielo.





CoraticumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora