Una vez.
Existió un chico simple.
De rasgos simples.
De palabras secas.
De miradas vacías.
Y de una sonrisa...
Peculiar.
El chico que era simple no era siempre de verdad.
Metido en sí mismo, andaba sólo de lugar en lugar.
No buscaba nada de nadie y se limitaba en ser el principal espectador de los demás.
Era simple, pero sus gestos no eran tan simples.
Brindában más que normalidad.
Tenían una luz y una alegría inconsciente, que te hacían obviar la monotonía de su armadura de robot.
Yo miraba a éste chico simple.
Pero que no era tan simple de verdad.
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Coraticum
Poetry"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.