Coraticum

25

No sé cuál es tu tipo de belleza.
Y no sé si encajo en tu visión.

Tal vez sólo soy otra que te comprende.
Pero que nunca te habla.
La cual es sólo una presencia casi invisible que no sabe hacer nada más que mirarte.
Y que, muy pocas veces, logra saludarte.

No hace falta que mencione mis sentimientos, porque éstos ni siquiera llegan a poseer un sentido fijo.

Sólo me gustaría contarte cosas.
Porque me gusta hablarte.
Lo sé porque lo probé.
Sacas mi reprimida personalidad.
Y eso hace que respire un poco más.
Hace que me sienta mejor.

Pero, aunque lograra dirigirte unas palabras, ¿qué te diría?
Realmente no sabría qué decirte.

Porque eso es lo primordial, ¿no?
No es mi voz, sino lo que mi voz quiere expresar.

Y, ¿qué te digo?

Sólo se me ocurren tonterías.
Y es que por vos hablo sola.
Ensayo porque no sé qué más hacer.

Pero aunque lo practique, no me sale.
Parece muy imposible.
Pero, ¿sería natural?

Creo que pareceriamos dos raros.
Uno con complejo de observador de pisos y otra con la manía de escribir pensamientos  sin hablar.