Aparecía roto.
Un sin sentido.
Iluso.
Perfecto.
Y destruido.
Sin sentido.
Sonaba con el ritmo del reloj.
Aquélla era su eterna maldicion.
Ponsoña que lástima sus tontas heridas.
Camina sobre ella.
La misma medida.
Al mismo tiempo.
Todo perdía su acierto.
Así eran las cosas ayer.
Así serán mañana.
Pues hoy dictamina su vida.
Imperfecta por su brisa.
Todo de color plata y carmín.
Perfecta.
Por su inminente fín.
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Coraticum
Poesía"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.