Coraticum

59

Es un martirio para mí el pensarte porque sí.
Es un enredo que me sabe dulce,
y seco a la vez.
Parece un puñado de verdades que por mí
sé que nunca revelaré.

Es doloroso y aún así sigo inestable.
Parada en medio de la nada,
buscando un claro en un desierto.
Así siguiendo en la monotonía de mi corto tiempo,
esperando aunque sea un susurro tuyo.
Una sílaba, un tontísimo pensamiento...

Pero duele el saber,
y el estar al tanto de que,
al parecer,
nunca lo voy a poder hacer.
Porque si fuera sencillo,
ahí nomás ya seria tu amiga sin dudar.

Y éso sólo pasa en la soledad de mi errónea imaginación.
Insulsa y banal,
tonta sí,
y presente no.

Tal vez por algo sea así.
Tal vez sólo sea yo.
Tal vez sí,
tal vez no.