Te debo una, campeón.
Me cantaste casi al oído, sin razón.
Me ofreciste un susurro hecho canción, y de ahí directo a mis sueños fue y se repitió.Te debo unas buenas letras para cantar cuán agradecida estoy por esa nimiedad.
Me encantaría que no te aburrieras de mi voz, y con sinceridad me dieras una sonrisa agridulce, como yo lo hice ante vos.Te debo poco y más, corazón.
El bono lo tengo en las palabras que canto sin pensar.
Allí en los latidos de mi corazón te pagaré cada segundo que recitaste con mi tonta y absurda voz.
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Coraticum
Poesía"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.