Te veo igual que siempre.
Y aunque exista algo diferente, siempre como siempre.
Te veo.
Veo los defectos de tu portada.
Veo los matices y los colores que aguardan en tus páginas.
No hay borrones ni neblina que cambie la percepción que tengo de tu vida.
Que tu cara es tu cara.
Que te veo igual que el día en que te conocí.
Igual que en el momento en que te vi.
Simplemente te vi.
Estás igual.
Y diferente.
Porque hay algo que cambia y no lo modifica.
Y que te estime no cambia tu cara ni el mapa en tus días.
Pero hay algo que te maravilla y sigue sin cambiarte.
No te embellece físicamente, sino que te embellece de una forma tan sutil... que sólo yo soy capaz de notar entre millones, y aún así sigue consiguiendo 'ignorarte'.
Tu cara es tú cara.
Estás igual que el día en que te conocí.
Con la diferencia que al verte siento algo.
Le tomé aprecio a tus defectos.
Y aún así te sigo notando igual que siempre.
Algo así, poco diferente.
Pero el cariño que le tomé al libro, a su portada y sus raras y gastadas páginas es...
Es inexplicable.
Ya es imborrable.
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Coraticum
Poetry"Palabras de un corazón inconsciente". Le informo que soy como una hoja de papel. Ando en blanco, sin tinta ni lápiz; no hablo.
