Las semanas habían estado pasado lentas durante el descanso entre un semestre y otro, las vacaciones siempre solían ser emocionantes los primeros días, pero el reto del tiempo se volvían largar y tediosas. El ser humano es inconforme, cuando está trabajando o en mi caso estudiando deseaba estar de vacaciones, ahora no encuentro en qué gastar mi tiempo.
Erick era un tema recurrente en mis vacaciones, aún no tenía una respuesta para él lo cual era incomodo ya que él esperaba algo, fuese negativo o positivo pero sin duda esperaba algo. Camila se había enterado de todo y de inmediato me obligó a llamarlo para decirle que sí pero esta vez pude contrariarla, no era una decisión fácil aunque debería. Hay que poner los puntos en lista;
Cosas que Erick tiene a su favor:
- Es guapo.
- Tiene trabajo.
- Es un excelente estudiante de robótica.
- Tiene un auto.
- Su familia es genial.
- Esa solter
- Era honesto.
- Me gusta.
- No es¡ Dante.Sin duda el moreno tenía muchos puntos a su favor pero, ¿Qué hay de las cosas malas? Esas a buen había que enlistarlas.
Cosas que Erick tiene en su contra:
- No me gustaba lo suficiente.
- No era Dante.Sin duda las cosas en su contra era estúpidas, posiblemente la entupida era yo. Daba igual, la cosa es que debía decirle algo y rápido.
Un día en particular decidí ir s caminar para pensar un poco. Camila había tomado un avión las visitar a su madre así que me encontraba sola, me ate mis deportivas color rosa chillón y me encaminé hacia un largo paseo retrospectivo mientras los rayos de sol al atardecer bañaban mi piel, el cielo era color naranja y yo eso me tranquilizaba. La música también era un punto favorable, podía sentirme capaz de correr durante toda la noche, después de todo huir siempre era más fácil. Tal vez podía volver a casa y tomar clases a distancia, estaría lejos de ambos, del sorprendente Erick y el estupido Dante.
Vamos Bri no seas idiota.
Mi celular sonó mientras tomaba algo de agua y cambiaba lón a canción que reproducían mis audífonos. Saque el móvil en lo que trataba de respirar de forma menos ajetreada para poder continuar con mi camino. Revisé el mensaje sin abrirlo. Era Sofia, durante las ultimas semanas había estado yendo a la casa de Erick para cenar, debo admitir que el hecho de que Camila no se encontrara en la ciudad era una de las razones por las cuales nunca decía que no a las invitaciones de algunos de los hermanos. La chica de piel tostada había terminado siendo una persona bastante divertida, nos habíamos convertido en amigas, antes de que Camila se fuera con su madre me había acompañado una noche a la casa de Erick y prácticamente las tres habíamos pasado un buen rato, incluso ellas se escribían de vez en cuando. Todo en Erick y su familia se tornaba más perfecto en medida que iba pasando el tiempo, por lo cual no entendía lo mucho que me costaba darle una respuesta. Desbloqueé el celular y leí el mensaje:
Sofia: ¿Vienes a comer hoy? Tengo algo que quiero mostrarte. Ademas me iré pronto por cosas de trabajo. ¡Vamos di que si! Te prometo que el tonto de mi hermano no nos molestara.
Brittany: ¡Claro!
Respondí y terminé riendo mientras me imaginaba las caras que hacia la chica al hablar, era muy característica sin duda, si no hubiese modelo seguro tendría otro puesto en el mundo del espectáculo.
Levante la mirada del movil y mire a mi alrededor, en un principio me pareció estar sola en la calle, luego me di cuenta de que no sabia donde rayos estaba, era lo malo de ser nueva en un lugar, sueles perderte con facilidad. Guarde el movil en mi bolsillo y me retire los audifinos mientras me disponía a buscar a alguien que pudiera darme indicaciones de como volver a casa. Dí otra mirada al rededor de mi. Había un chico en una esquina no muy lejos de mi posición, me pareció extraño no haberlo visto antes, no aparentaba haber llegado en ese momento, tal vez el podía ayudarme a volver, comencé a caminar hacia él y pude darme cuenta de que sus ojos miraban en mi dirección, me detuve de inmediato, una sensación nada agradable llegó a mi, como si mi cerebro me advirtiera que seria mejor no ir hasta el chico. Debía estar paranoica. Hice caso omiso a mi subconsciente y seguí caminando hacia el chico, no tenia mal aspecto, era alto y delgado, su cabello era largo y caía en rulos por su espalda. Me seguía mirando, fue allí cuando decidí volver pero ya era demasiado tarde, el chico comenzó a caminar en mi dirección, tenia las manos en los bolsillos y en cierta forma divertido, tenia una sonrisa irónica en su rostro. Comencé a caminar en dirección contraria sin saber que mas hacer. Lo sentía seguirme. Mi cuerpo se puso pesado, tenia miedo y comencé a trotar de nuevo para luego solo correr, él estaba detrás de mi y por supuesto que era más rápido, podía imaginarlo alcanzándome con sus largas piernas. Cruce en una curva con intención de despistarlo pero eso fue lo que terminó sentenciandome, la calle estaba cerrada, mire hacia atrás y el no estaba allí, debía esconderme y rápido. Me lance a unas bolsas de basura que estaban al costado del callejón y sentí un dolor inmenso en mi tobillo, odiaba no ser ágil. Maldije para mi misma mientras me abrazaba a mis piernas, el dolor era muy fuerte, intente mover mi pie para que se alejara el dolor mientras me escondía pero eso causo que aumentara. Era como si alguien me hubiese clavado un puñal en el tobillo, dolía como el infierno. Emití un quejido sin poder evitarlo y fue allí cuando el hombre de cabello largo apareció retirando la bolsa de basura.
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Amor en tiempos de Libertad #Editando
ChickLitDante y Britanny, dos mundos opuestos que van por los senderos de la vida, inexpertos y sin previo aviso de lo que pueda ocurrir. Ambos tratando de encontrar lo mismo, esa sensación que nos llena y nos dice que estamos vivos, no es felicidad, no es...