Hace algunas semanas había estado confundida entre mi amor y dos de los mejores chicos que había conocido, hace varias semanas viví la historia de amor más emocionante que hubiese podido imaginar. Hace varias semanas solo era Brittany pero hoy era otra, una nueva mujer, una mujer enamorada. La historia de amor no había cavado, solo acababa de empezar.
Sin confusión, sin drama y sin mas obstáculos, por fin podía decir que estaba felizmente enamorada de alguien que también me amaba a mi y nada fue perfecto, no lo es ni lo sera, pero esta bien porque los dos sabríamos como llevarlo, pero las preocupaciones eran para un futuro distante y el ahora estaba presente en nuestros corazones rebosantes de sentimientos desenfrenados y locos por latir en una melodía unisona junto al del ser amado.
Hoy era nuestra noche, nuestra vida, nuestra libertad. Hoy nos amábamos no como dos personas, sino como una sola, por fin eramos Dante y Bri.
Cada uno de sus besos recorría mis hombros desnudos, había sido impresionante la habilidad y delicadeza con la que él se había despojado de mi vestido dejándome solo en ropa interior Dante aun permanecía completamente vestido y eso era incomodo, me hacia sentirlo lejos y hoy solo quería tenerlo cerca. Antes de llegar a este punto el había tomado mi mano durante todo el camino a su departamento, Mathias se encargó de entretener a todos durante nuestro escape como adolescentes enamorados.
Intente seguir el ritmo de sus besos y la pasión con la que los daba, seguía siendo una principiante ante su experiencia, pero no me importaba aprender si era con él.
Mi primer encuentro con con Dante había sido ya desde algún tiempo, Apenas había llegado a esta ciudad, estaba hambrienta de nuevas experiencias e independencias jamás pensé lo acertada que fui. Los dos estábamos en un centro comercial por razones del destino, chocamos y nunca me dejo caer, mi primera impresión fue que estaba ante un ángel perfecto, ahora en retrospectiva solo puedo pensar que estaba en lo correcto, porque aunque no lo sea, aunque no sea mi alama gemela era lo único que quería, lo único que necesitaba.
Las almas gemelas nacieron para estar juntas, pero en ocasiones el poder del deseo y el amor es mucho más fuerte que las leyes del destino, que la compatibilidad entre dos personas. Dante y yo eramos simplemente diferentes, para nada almas gemelas, pero aun así nunca podría separarme de él.
Deslicé mis dedos desnudos por su torso encima de su camiseta hasta llegar a la linea que marcaba que terminaba, introduje mis manos por debajo y comencé a sentir su cuerpo, sus abdominales ligeramente marcados, él seguía besándome con más intensidad, más pasión, ambos nos estábamos dejando llevar por los instintos y los sentimientos en una mezcla de pecado y bendición divina. Retiré su camiseta sin ningún esfuerzo y lo aleje un poco de mi solo para deleitarme con su cuerpo.
¡Dios, vaya que es ardiente!
Volví a permitirle que se acercara esta vez para besarle con delicadeza, rocé sus labios con los míos a sin completar el beso, sabia que el lo quería tanto como yo y eso me motivaba y encendía más. No podía torturarlo así que intensifiqué mis acciones causando que mi lengua recorriera cada uno de los espacios inexplorados de la boca del rubio. Era simplemente fantástico su sabor, como comer un helado en un día de mucho calor. Mis manos acariciaron su espalda mientras los labios del chico se encargaban de mi cuello y hombro, bajé hasta la frontera de sus pantalones y solo metí ambas manos sintiendo su piel, apretando sus nalgas con deseo. Pude notar como no lo esperaba, se alejo de mí y sonrió.
-¿Que haces?- preguntó con un toque picaresco.
-He estado informándome un poco para esta noche- le respondí de la misma forma, quería que todo fuese especial. -¿No te gusta?
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Amor en tiempos de Libertad #Editando
ChickLitDante y Britanny, dos mundos opuestos que van por los senderos de la vida, inexpertos y sin previo aviso de lo que pueda ocurrir. Ambos tratando de encontrar lo mismo, esa sensación que nos llena y nos dice que estamos vivos, no es felicidad, no es...