Amor en tiempos de Libertad #Editando

Epílogo

Durante los siguientes semestres en la universidad me dediqué a estudiar y me uni al club de mecánica y robótica, se trataba de crear proyectos que de alguna forma ayudaban al progreso investigativo de la casa de estudio, hubo un concurso internacional donde nuestra universidad fue ganadora con una nueva versión del Smart watch. Todos lo miembros habíamos obtenido diplomas de honor en reconocimiento por nuestra labor.

Luis Mario se había vuelto muy cercano a nuestro grupo de amigos, al principio intentó coquetear conmigo hasta el cansancio pero Dante no lo veía como una amenaza si no como algo gracioso, le gustaba asustarlo de vez en cuándo. El moreno por fin se rindió conmigo y fue alli donde conoció a Sofía, la hermana de Erick, ella era igual de coqueta que el chico así que hicieron una pareja peculiar al instante. Era divertido salir con ellos, estaban locos.

En cuanto a Camila, bueno ella seguía siendo un alma libre, había conseguido un trabajo de medio tiempo en una estación de radio local y estaba encantada, tanto que había decidido que se dedicaría a eso cuando terminara la carrera. En el amor seguía soltera pero no sola, de vez en cuando salía con Mathias en pequeñas citas pero ambos sabían que nunca sería algo serio. Camila era un ave libre, enjaularla sería la peor maldad, Mathias en cambio si encontró el amor en una chica de intercambio y en pocas semanas se volvieron inseparables, allí fue donde se acabaron las citas con mi mejor amiga.

Dante y yo, bueno de eso trata...

-Amor llegó esto para ti hoy- hacia unas dos semanas que las vacaciones habían comenzado, Dante estaba apunto de graduarse y yo estaba un poco más de la mitad del camino a recorrer. Él rubio carga un sobre que me entrego en el desayunador, solo los ríos tienen un desayunador...

-¿Una carta?- dudé mirando el sobre, no era común recibir este tipo de cosas en pleno siglo XXI con todos los avances tecnológicos. -¿De quién crees que sea? No tiene remitente afuera.

-Abrela y lo descubriremos- hacía mucho que ya no sabíamos de Alina pero decir que no era una preocupación sería mentir. El padre de Dante nos había dicho hace un mes que la pelinegra había salido de su terapia, y que se reintegraría a sus estudios para el próximo semestre, estábamos en expectativa de todo saliera bien con ella, pero aún me austaba un poco.

Miré el sobre por unos segundos más antes de abrirlo, ver el contenido hizo que de me helara la sangre y palideciera mi piel morena.

-¿Brisas estás bien?- Dante notó mi reacción ma rápido de lo que pude pretender que no era nada. -¿Es de Alina?- negué con la cabeza.

-Es una invitación para la graduación de este periodo.

-Oh, Erick.

Mis contactos con el moreno que había sido mi mejor amigo eran casi nulos desde aquella noche en la casa de mis padres, casi no lo veía y cuando lo hacía solo se limitaba a saludar y desaparecer, jamás pensé que me invitaría a su graduación, pero ahí estaba yo sosteniendo la tarjeta finamente decorada con letras doradas y caligrafía oficial de nuestra casa de estudios.

-¿Qué piensas hacer?

-No lo sé, no esperaba esto.

-Creo que debes ir- Dante pretendía actuar como si fuese lo más normal del mundo pero sabía que en su interior moría de celos, él rubio era tan predecible cuando se trataba de Erick que incluso no parecía él.

-Hay pase para dos personas- dije observándolo, él levantó la mirada y se quedó en mis ojos por un segundo que pareció un año.

-Así que si quieres ir- suspiró y no podía negar sus palabras, claro que quería ir y abrazar a quien fue mi mejor amigo, Dante debía comprender eso. -Ve con Camila.