Seis días

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No había pegado un ojo en toda la noche pensando en lo que Alina había dicho, se suponía que reunirme con ella me aclararía el panorama de porque Dante se había ido así como así, pero al final sólo me dejó más confusa, aún recordaba cada palabra como si las estuviese escuchando en ese momento:

Asesino.

El simple pensamiento me  asustaba, pero había algo que me preocupaba aún más y eso era el hecho de que no me interesaba si era real o no, sólo me interesaba saber que podía hacer para ayudar a Dante y que el  volviera, debía estar volviendo me loca ya que la reacción más normal era huir de todo, huir de Dante, pero había algo que no terminaba de encajar en lo que la azabache había dicho y lo  averiguaría.

Otra cosa la cual recordaba como si me estuviese pasando en el momento y que producía un dolor intenso en mi pecho, tal cual quemaran mi  corazón, era que por unos  minutos, mientras caminaba por aquel pasillo lleno de armas de fuego que disparaban y con una Alina apuntándome justo en frente lo vi a él, a Dante mi Dante, enserio debía estar loca y mucho. Mi cabeza sólo ideaba formas de volver a sentir que el estaba presente, verle de nuevo aunque sea sólo un producto de mi mente delirando, pero ¿Como?

-Creo que no volveré a casa temprano hoy- expliqué a Camila, nos encontrábamos comiendo bajo un  árbol del  campus, hacia meses que no asistíamos a Coffe and take, tal vez por mi culpa.

-¿Que harás?- preguntó curiosa la castaña mientras sorbía su smoothie de papaya, mango y leche, sabía incluso mejor de lo que sonaba.

-Tengo que estudiar así que iré a casa de unos compañeros para  ayudarnos- mentí, en realidad tenía otros planes que no la incluían, era algo que debía hacer sola y no podía confesarle lo que era ya que sabía que no lo entendería. -¿Esta bien?

-¿Quieres saber si te doy mi permiso para estudiar?- contestó ella a levantando una ceja, yo no sabía mentir y eso era más que obvio así que debía inventarme algo rápido antes de que intuyera que algo más pasaba.

-N... No, sólo te aviso.

-Vale, supongo que esta bien. Solo llámame cuando vayas a regresar, dejarte sola es casi cometer homicidio  culposo, eres un imán para los problemas- soltó con una sonrisa irónica ya que sus palabras eran una descripción correcta de mi misma aunque me negara a admitirlo.

-Prometo que estaré bien.

-No es eso lo que quiero que prometas aunque es bueno saberlo. Promete que me llamarás.

-Lo  haré- dije sonriendo de forma sincera como pocas veces en los últimos meses, su exagerada actitud sobre protectora !e causaba algo de gracia.

-Vale, estaré esperando esa  llamada- me abrazó y terminó su comida antes de levantarse. -¿Quieres que vayamos juntas a clases?

-No hace falta, aún es temprano para mi y además tú edificio queda retirado del mio. ¿Nos vemos luego en casa?- una sonrisa más, esta vez predeterminada.

-Vale... Nos vemos- dijo y luego se fue.

Mentira no era lo mío, pero ya se me estaba haciendo costumbre a pesar de lo mucho que lo odiaba. Quería obedecer a mis promesas y mantenerme segura aunque lo más probable es que no fuese así según mis planes, iba directo a la boca del lobo y si tenía suerte tal vez me conseguiría un nido de serpientes cerca.

Le di un sorbo más a mi smoothie en lo que recogía mis cosas del césped y luego solo deseche el resto en una de las papeleras cercanas. Esta mañana mientras me vestía pude darme cuenta de que la ropa no me ajustaba como antes y de que me quedaba algo grande, había bajado de peso, tal vez por la mala alimentación, es que simplemente no sentía hambre, estaba demasiado triste e intentaba ocultarlo por lo tanto no estaba como para asentir cualquier cosa que no fuese estrés. Caminé en dirección contraria hacia el edificio donde tenía clases, el campus se notaba mucho más lleno sin la presencia de Dante en él, Dante causaba silencio y tranquilidad, hacia que todo el bullicio molesto de las multitudes desapareciera y sólo quedaba él para observar, para mirar. Extrañaba sentir!e de esa manera, relajada, tranquila, extrañaba sentirme como el me hacía sentir antes de que todo se volviera loco.

Amor en tiempos de Libertad #EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora