-¿Que harás ahora?- preguntó la chica castaña mientras retiraba unos cuantos mechones de cabellos rebeldes de su rostro, tenia una nueva manicura y estaba enfrascada en mostrarla así fuese solo por cámara web.
-No lo se, nunca pensé que llegaría a un punto como este- suspiré deseando tener a mi amiga frente a frente para poder abrazarla y que esta eme consolara, sabia que eso no me ayudaría de nada pero sin duda me haría sentir un poco mejor.
-¿Que tal si solo lo dejas de lado y te concentras en ti? Después de todo esto te esta haciendo mal, tienes un pie roto por darle tantas vueltas.
-Mi pie no esta roto, solo tiene un esguince, el medico dice que no es nada grave o algo así. Y pues lo he considerado, dejarlo todo de lado Pero cada vez que tomo esa decisión algo ocurre. Ademas, no quiero lastimar a nadie. ¿Entiendes?
-No, no lo entiendo- dijo con una cara que se explicaba por si misma, tal vez yo estaba dándole más complicaciones de las que debía al asunto de Erick y Dante.
Pensé que con olvidar al rubio todo seria más fácil, así solo debía concentrarme en lo bueno que estaba pasando en mi vida y disfrutar mi libertad haciendo de lado el mar sabor de boca que me causo enterarme de que el chico al cual me entregue, demasiado rápido a decir verdad, solo me utilizó y en ese momento cuando pensé que todo podía ir bien pero aun así me sentía afligida llego Erick, mi cachorro humano, siempre sonriente y cálido, tenia una buena aptitud y siempre me hacia reír, me sentía cómoda siendo su amiga, tanto que no me di cuenta de que tal vez el estaba alegrando otros sentimientos hacia mi, pero... ¿Que es lo que siento yo por él? Me gusta eso esta claro pero... ¿Me gusta más que dante? Sin duda eso no hubiese importado si Dante no hubiese venido en mi rescate aquella tarde, si no hubiese aparecido con su brillante armadura yo podría haberlo intentado con Erick, sin duda nada hubiese importado si el no me hubiese confesado que había terminado con Alina.
Mierda, mierda, mierda. ¡Mierda!
¿Por que todo debía ser tan difícil?
-Camila, debemos irnos... Oh, Brittany eres tú- una sonriente mujer apareció en mi monitor junto a mi amiga, era algo robusta pero no demasiado, su rostro era hermoso y su cabello castaño estaba ondulado de forma perfecta, parecía una de esas mujeres que solo vez en comerciales de Shampoo, solo bastaba con verla para que te cayera bien y para saber que era hermosa.
-Señora Erieliz- dije con una sonrisa saludando a la madre de mi mejor amiga, ella aun estaba de vacaciones y al parecer no estaba pensando en volver aun por lo que tenia que enfrentarme a mi vida sola, al menos hasta que el semestre comenzara de nuevo en la universidad.
-¿Como sigues de tu Pie? Camila me dijo que te lo rompiste, o algo si.
-Camila exagera, estoy bien, solo debo llevar muletas por algunos días- hablar con la madre de Camila era como hablar con ella misma, era muy fácil y fluido, supongo que al ser criada solo por su madre mi amiga castaña no tuvo otros modelos de personalidades en los cuales fijarse.
-Oh, ya veo. Lo lamento de todas formas, por otra parte debo robarte a mi hija, la enseñare a nadar en moto, ¿Que tal si te pasas un día por aquí y aprendes tú igual?
-No creo que mi madre apruebe eso.
-Tienes razón, no lo hará. Pero ella no debe saberlo- la mujer rió, estaba algo loca pero era genial. -Las dejo para que se despidan, pero sera mejor que se apresuren- guiñó un ojo se coloco un casco rosado fosforescente y salio del panorama que capturaba la web cam de Camila.
-¿Enserio aprenderás a montar motos?
-Claro, no debe ser tan diferente de las bicicletas, ademas le hace ilusión a mi madre que tengamos un pasatiempo en común, así que ya sabes. Debo irme, pero primero debes prometerme algo.
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Amor en tiempos de Libertad #Editando
ChickLitDante y Britanny, dos mundos opuestos que van por los senderos de la vida, inexpertos y sin previo aviso de lo que pueda ocurrir. Ambos tratando de encontrar lo mismo, esa sensación que nos llena y nos dice que estamos vivos, no es felicidad, no es...