Rivalidades a flor de piel Pt.2 (Erick)

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El camino desde el aparcamiento de la Universidad a la casa de la morena paso volando, la velocidad que tomaba el auto de Dante era inimaginable que mi auto llegará siquiera a igualarla, sentí celos de nuevo y eso me corrompía por dentro, digo... ¿Como ganarle a Don perfecto? Eso era imposible, literalmente imposible, pero no por eso me rendiría, los mejores retos siempre son los más complicados después de todo.

-Llegamos- declaró el rubio, el lugar en el aparcamiento del parque residencial tenía su nombre, había olvidado que el también vivía en el mismo edificio que Bri, siempre estaban tan cerca. Ambos bajamos del auto y apresuramos el paso, el silencio seguía rodeando nuestro pacto, ambos subimos, el por el ascensor, yo por las escaleras, llegué primero, la puerta aún estaba cerrada, la toque sin esperar al rubio rezando por recibir una respuesta, la!puerta se abrió justo cuñado Dante salía del ascensor. -¿Bri?- dijo él pero quien estaba detrás de la puerta no era la morena de ojos claros y cabellos multicolores, era un hombre con un uniforme azul rey, un policía.

-¿Quienes sin ustedes?- quiso saber levantando una ceja en arco, tanto el rubio como yo nos miramos.

-Somos amigos de la propietaria, ¿Se encuentra en casa?- me adelanté a contestar, evitando que Dante digiera alguna tontería.

-La señorita Camilla viene en camino, primero debe terminar de testificar en la comisaría- ¿Testificar que? ¿Acaso ellas ya sabían de la demanda? De todas maneras ¿Que se suponía que hacían esos policías en el apartamento?

-Disculpe, oficial pero ¿En que comisaría exactamente están las chicas?- Dante se adelantó a preguntar, lo observé por un segundo y luego solo me fijé en las expresiones del policía, quería entender todo lo que estaba pasando.

-¿Para que desean saber eso?- contestó el oficial, no sería tan fácil sacarles información, aunque tampoco se veía negado a hablar. Por otra parte, mientras el rubio trataba de convencer al mayor pude darme cuenta de que no era el único hombre de azul en el lugar, traté de mirar dentro del apartamento, habían más policías, tal vez dos o tres más, a parte de eso el lugar parecía... Demasiado desordenado, tal vez si solo Camila viviese allí sería normal, pero Bri era una obsesiva con el orden y aún así con todos lo desordenada que pudiera ser la castaña ese lugar parecía casi destruido... Algo más estaba pasando allí. -¿Esta tratando de sobornarme?- la ironía y duda en la voz del oficial hizo que yo los mirara de nuevo. ¿Que mierda había dicho Dante?

-No, para nada- me interpuso aunque tal vez dejar que arrestaran al rubio no sería mala idea. -Disculpe a mi amigo, es retrasado- sonreí y golpeé a Dante en el hombro causando que se quejara, el golpe no era necesario pero no tendría más oportunidades como ésta para hacerlo. -Sólo nos iremos, volveremos en cuanto las chicas vuelvan.

-Pero yo quiero saber dónde están- las quejas de Dante eran como las de un niño malcriado, ¿Que le veía Bri? -Oficial, sólo le hago una sencilla pregunta. ¿Donde está Brittany? Tal vez no sepa quién soy y no le importe, pero le aseguro que puedo ayudar a Bri a ganar este caso, aquí tengo la citación a la corte, debemos conseguir un abogado antes de que testifiquen.

-¿Citación?- mierda el oficial no sabía nada, Dante cierra la maldita boca. El hombre de azul tomó el sobre y llamó a uno de sus colegas, ambos lo leyeron por encima y luego sacaron un radio. -Creo que ya tenemos suficiente evidencia, hay una citación para una de las afectadas y dos testigos que investigar- comentó a la radio y luego nos miró. -Deberán acompañarnos a la comisaría.

-Claro, iremos- Dante sacó las llave de su auto con una felicidad infinita, como si hubiese conseguido lo que tanto quería, lastima que no lo entendía del todo. -¿Nos adelantamos o los esperamos?

-¿Siempre es así?- me preguntó el hombre con una ceja levantada.

-Si, me temo que si.

-Como sea, será mejor que nos vallamos- el hombre terminó de llamar a sus policías y luego tomó el hombro de Dante para evitar que escapará, el policía había dicho que lo acompañaríamos, eso significaba que ellos nos llevarían en sus patrullas Dante terminó de entenderlo cuando se vio en el mismo asiento donde se llevan a los traficantes de drogas amateurs que se encuentran por las calles, parecía nervioso y ansioso, aunque no asustado, yo en cambio si que tenía miedo, no por mi o por está situación sino por lo que pude ver en el apartamento de las chicas. ¿Por que estaba destrozado? ¿Acaso Alina había echo eso? Lo dudo, había más gente involucrada, tal vez criminales reales contratados... Bri no estaba a salvo, no por ahora.

Amor en tiempos de Libertad #EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora