Una vida llena de recuerdos

De vuelta

Edward pov. 

Me sentía extraño, era como si hubiera abierto los ojos por primera vez en este mundo. Gire mi rostro y me di cuenta que Bella estaba ahí a mí lado, la había extrañado tanto. 

-Be-e-l-laa -dije con voz ronca. 

-Edward... -comenzaron a correr lágrimas por sus mejillas-. Despertaste -se acercó a mi y me beso, fue tan sorpresivo que tarde en responderle... sentir sus labios cálidos sobre los míos era mejor que abrir los ojos de nuevo. 

Pero pronto comenzó a faltarnos el aire a mí más que a ella claro, tarde unos segundos en volver a recuperar todo ese aire. 

-Lo siento, me emocione -dijo. 

-Lo note -dije con voz rasposa. 

Sonrió. 

-Te extrañe mucho idiota -dijo y me abrazo con fuerza. 

-Auch -me queje, sentí un gran dolor en mi costado. 

-Lo siento, de nuevo -se separo de mí algo sonrojada. 

-Tranquila -dije.

-Iré a buscar a Carlisle- se acercó de nuevo a mi, iba a besarme de nuevo pero note como cambiaba de dirección y terminaba por besar mi mejilla. 

Bella salió de la habitación. 

Me sentí un poco triste por el acto pues yo quería volver a sentir sus labios contra los míos pero de seguro no quería que me pusiera mal. 

Vi todo a mi alrededor, tenía puesto el suero, la ventana tenía las pecinas a medio cerrar y pude notar que estaba por meterse el sol. 

Escuche como se abrió la puerta de nuevo, vi entrar a mi padre y detrás de él venía Bella quien se acerco a tomar mi mano. 

-Hijo... despertaste -mi padre se acercó -. Tengo que revisarte -asentí. 

Puso una molesta luz sobre mis ojos. 

-Bueno te veo bastante bien, pero ahí que hacerte unas radiografías de tu cabeza, tenemos que ver que tu cerebro este del todo bien, después de estar tantos días inconsciente puede a ver sufrido de algún daño. 

-Bien. 

-Te dejo en buenas manos -hizo una pausa-. Llamare a tu madre -y salió del cuarto. 

-Que bueno que despertaste, pensé que te quedarías así para siempre -dijo. 

-Nunca dejaría al amor de mi vida sola, de tan solo pensar que pudieras enamorarte de otro. 

-Tranquilo, tú eres el único idiota por el que suspiro. 

-Eso espero.

-Te amo- susurra. 

-Como yo a ti. 

-Escuche que alguien despertó -dijo Alice que venía en una silla de ruedas, con Jasper empujándola.   

-¿Alice? -dije. 

-La misma -dijo, Jasper la acercó hasta donde me encontraba. 

-¿Cómo estas? -preguntamos al mismo tiempo, mi voz un poco más ronca. 

Sonrió. 

-Yo estoy bien, dentro de lo que cabe. 

-Yo, me siento extraño pero supongo que es normal. 

-Gracias y perdón. 

Bella y Jasper salieron disimuladamente de la habitación. 

-¿Perdón?