Una vida llena de recuerdos

Desvelos

Bella pov. 

Hace dos días que habíamos regresado del hospital y la verdad es que no habíamos dormido nada en estos dos días, resulto que nuestro pequeño era un niño muy ruidoso no paraba de llorar todas la noches. 

Estaba por quedarme dormida cuando comencé a escuchar su llanto entonces me hice la dormida... que fuera Edward. 

-Bella... -sentí que Edward me movía-...BELLA -grito Edward. 

-Te toca a ti -murmure. 

-Las noches pasadas también me toco a mi. 

Me di media vuelta y lo encare. 

-Pero yo fui quien lo cargo durante nueve meses. 

-Bella todas las noches usas ese mismo argumento -refunfuño. 

-No importa. 

-Además yo no tengo pechos. 

-Pues entonces prepara un biberón. 

-¿Y si lo que necesita es un cambio de pañal? 

-Pues se lo cambias -volví a cerrar los ojos.

-¿Y si me lleno de popo como aquella vez con Lizzie? 

-Pues te bañas. 

-Que fácil es para ti decirlo -murmuro. 

-Edward, solo ve con él y has lo que tengas que hacer y ya déjame dormir. 

Pude sentir como murmuraba algo mientras se ponía de pie pero como no entendía lo que decía lo ignore. 

Ya habían pasado no sé cuantos minutos cuando sentí que Edward regresaba a mi lado y me apretaba contra su pecho... entonces fue que pude percibir un olor algo extraño. 

-¿Edward? 

-¿Mmm? 

-¿Por qué hueles raro? -me aleje un poco de él. 

-No sé. 

-Edward... 

-Solo fue un poquito de orines sobre mi ropa. 

Me puse de pie inmediatamente. 

-¿Qué pasa? 

-¿Que, que pasa? Edward date un baño o mínimo cámbiate de ropa. 

-Bella, recuerda lo que dijo el sacerdote en la salud y en el mal olor... 

-Eso no fue lo que dijo, así que cámbiate. 

-Sabes eras menos gruñona cuando estabas embarazada -se puso de pie y fue directo al closet. 

-Lo siento por no querer que mi esposo se acueste a mi lado oliendo a orines. 

Me senté en la cama esperando a que Edward regresara a veces se comportaba como un niño, no voy a negar que eso me gusta lo hace ver sexy. 

Cuando gire mi mirada hacia el closet puede notar que Edward se encontraba desnudo así que pude apreciar su adorable y blanco trasero... me mordí el labio inferior no podía creer que este hombre fuera mio. 

-¿Te gusta lo que ves? -escuche la voz de Edward preguntar. 

Alce la mirada y Edward me veía desde el closet con los brazos cruzados. 

-No es para tanto. 

Sonrió y se acercó a mi desnudo y con su otra pijama en sus manos. 

-¿Segura? -acaricio mi mejilla.