Bella pov.
Estaba en la habitación de Edward, le había traído la ropa, hoy lo darían de alta por fin y nos iríamos a nuestra nueva casa juntos.
-Tengo un problema -dijo Edward cuando le entregue la ropa.
-¿Cual? ¿Te duele algo?
Nego con la cabeza.
-¿Entonces?
-Creo que no haber despertado por días me afecto, no recuerdo como ponerme la ropa -dijo una manera sería que por poco me creí.
Lo miré a los ojos había un destello de burla en sus ojos.
-Edward...
-Bella es verdad -se mordió el labio pero una risita se escapó de sus labios.
-¿Me ayudas? -me regaló una sonrisa sexy de las que el solo sabía.
-Solo, porque me gusta hacerlo, aunque debo de admitir que me agrada más la idea de quitarte la ropa.
-Bueno, cuando salgamos de aquí -me guiño un ojo.
-Te recuerdo que no podemos -dije.
Abrió los ojos de sorpresa.
-¿Por qué?
-No puedes hacer muchos movimientos.
-Me quedaré...
-¿Que? ¿quieto? -pregunto con burla.
-No te rías.
Le quite la bata del hospital, dejándolo completamente desnudo.
No puede evitar ver esa parte de su anatomía que se encontraba feliz.
-Creo que alguien esta feliz -dije engreídamente.
-Que esperabas, estoy con una mujer sumamente hermosa, con esa blusa pegada a su cuerpo, mostrando una pequeña pancita con mi hijo ahí dentro y ese pantalón que resalta más que nada sus curvas.
-Lo sé, lo sé, soy hermosa.
-Y dices que yo tengo el ego alto -murmuro.
-Y es así.
Me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo, sintiendo así todo el largo de su erección.
-Ahorita te voy a demostrar que tan alto es mi ego, preciosa.
Bajo sus labios hasta mi cuello y comenzó a morder.... enrede mis manos en su cabello.
-Edward -susurre en su oído.
Subió dejando pequeños besos hasta mis labios y me beso con fuerza, escuchamos la puerta ser abierta, nos separamos bruscamente. Era una enfermera.
-Venía a ver si necesitaba ayuda -dijo la enfermera mordiéndose el labio mientras veía la erección de Edward.
-NO -hice una pausa-. No necesita ayuda -me coloque frente a Edward-. Largo.
Al instante sus ojos se veían furiosos, me vio de arriba a bajo y salió azotando la puerta.
-¿Qué? -dije al voltear y ver a Edward sonriendo burlonamente.
-Me encanta cuando estas celosa -dijo.
-Yo no estoy celosa -hice una pausa-. ¿Qué es eso? -dije refiriéndome a los celos.
Sonrió torcidamente.
-Ah, no sabes que son -era una afirmación.
Asentí.
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Una vida llena de recuerdos
Fanfictioncontinuación de cuando sufre un corazón.... los personajes no me pertenecen