Una vida llena de recuerdos

Lejos de casa

Lizzie pov.

Suspire.

Extrañaba mi casa, a mis padres sobre todo a mi papá a nuestras peleas. Me hacia falta pelearme con el era como una costumbre que teníamos, de esa forma nos demostramos cuanto nos queríamos.

- ¿Qué tienes? -pregunto Damon abrazándose por la cintura.

-Extraño mi casa.

-Pronto los verás de nuevo en vacaciones.

-Lo sé.

-Te aseguro que ellos también te extrañan Lizzie pero están tranquilos sabiendo que estás aquí para estudiar la carrera de tus sueños en la universidad de tus sueños.

-Eso también lo sé.

- ¿Que puedo hacer para animarte?

-Nada, solo quisiera que mi padre estuviera aquí, lo extraño mucho, muchísimo.

-Y el a ti, te aseguro que extraña a su loquita hija que se la pasa peleando con el.

-Eso espero -sonrei un poco.

-Te lo aseguro.

En eso escuché el timbre de mi teléfono.

-Y hablando de -dijo Damon tomando mi celular y mostrando la pantalla que decía papá.

-Dame acá -le quité el teléfono.

-Te dejo sola para que hables con el.

Asentí y conteste el teléfono.

-No puedo estar sola ni un par de días y ya me llamas -dije al contestar.

-Esa es la forma en la que le contestas a tu papá después de no verlo en días.

-Por supuesto, al fin que estoy lejos de tus garras que puedo respirar tranquila y no así me dejas.

-Vaya eso me indica que ni siquiera te has preocupado por nosotros, claro ahora que ya no estoy para vigilarte haces lo que quieres.

-Siempre he hecho lo que quiero papá.

-Y no se como pero lo sabia.

-Bueno soy tu hija después de todo.

-Solo porque tu madre me ama tanto y yo a ella se que eres mi hija porque ni siquiera te pareces a mi, en nada somos dos polos opuestos.

-Deberias pensar en que tal vez tienes un gen mutante.

-Creme si lo tuviera ese no serías tu.

-Me alegra saber cuanto me amas.

-Y demasiado -sonrei.

-Papi... -se me escapó un sollozo.

- ¿Qué pasa mi niña?

-Te extraño mucho.

-Y yo a ti, me haces falta.

-Sabia que lo admitirías.

-Por última vez.

Negué con la cabeza divertida.

-Extraño nuestras peleas.

-Lo noté con tu forma de contestarme.

- ¿Y tu?

-Si, también las extraño no es lo mismo la casa sin ti.

- ¿En serio?

-Si -supiro-. No sabes La Paz que se siente ahora que no estás.

-Muy gracioso.

-Sabes que te extraño hija y mucho, fuiste mi primer hija la primera en decirme papá, la primera de mis hijas en todo y créeme que eso es lo mejor que me ha pasado no es que menosprecie a tus hermanos nada de eso pero simplemente tu eres especial.