Una vida llena de recuerdos

Donante

Edward pov. 

Observe como Bella abandonaba la cafetería, me sentía mal no solo por Alice sino por alejar al amor de mi vida en los momentos en que más la necesito, sabía que había arruinado todo con mis palabras... me hubiera gustado que me dijera como en otras ocasiones que se enojaba me dijera guapidiota pero no solo vi lágrimas recorriendo sus mejillas. 

Suspire, y fui a buscarla, cuando iba por el pasillo pude verla sentada en el suelo sollozando eso hizo que mi corazón se encogiera pero lo que me hizo ver todo rojo fue al idiota que estaba acariciando su mejilla. 

Camine rápidamente hacia ellos vi como el idiota le decía que si la podía ayudar. 

-Ella no necesita tu ayuda. 

El tipo se puso de pie y me observo. 

-¿Y tú quien eres? -pregunto. 

-Su esposo. 

-Hombres como tú no deberían tener una mujer como ella, digo si la hacen llorar. 

-Ese no es tu problema. 

Este idiota que se creía. 

Bella se puso de pie de inmediato interponiéndose  entre nosotros dos. 

-Haber no queremos una pelea aquí... -me miro-. Vayámonos -me pidió. 

Quería decirle que no, quería poder golpear a este idiota por haberla tocado por creerse algo que no es pero me era más importante arreglar las cosas con mi Bella. 

-No tienes porque irte con él -le dijo el tipo a mi Bella, estaba a punto de decir algo pero vi el rostro de mi esposa y era mejor no hablar. 

-Mira agradezco que quiera ayudarme, pero en este momento me iré con mi ESPOSO, usted no es quien para decirme que hacer o no -me tomo de la mano. 

-Ya la escuchaste -dije viendo al idiota ese.

Continuamos caminando por el pasillo dejando al doctor ahí parado quien nos observaba con el ceño fruncido.

Antes de llegar a la sala de espera dónde estaban Jasper y mi mamá Bella me soltó la mano.

-Bella...

-No quiero que me digas nada Edward, iré por Lizzie y..

-Yo voy contigo.

-Quiero que ahora te quedes con Alice ella te necesita es mejor que te quedes a hacerle compañía a tu madre.

-No...

-Edward, hazlo y te espero esta noche para hablar -suspiro.

-Pero...

-Por favor -dijo.

-Bien ¿tienes las llaves del auto, cierto?

-Si. Despideme de Esme y Jasper y avísame cualquier cosa.

-Lo haré -la abrace, pase mis manos por su cintura y la pegue más a mí.

Sentí como Bella dudaba en si abrazarme o no... Pero al final lo hizo, pasando sus brazos alrededor de mi cintura y recargando su cabeza en el pecho.

-Prometo que esta noche hablaremos.

-Por supuesto que lo haremos -afirme.

-Te amo -susurro.

-Como yo a ti -dije en su oído y la bese en los labios quería que sintiera que de verdad sentía lo que había dicho hace unos minutos atrás.

Terminamos el beso por falta de aire, me dio una media sonrisa y se fue.