Una vida llena de recuerdos

Dulce venganza

Bella pov. 

Ya había pasado una semana desde que Edward había enfermado una semana desde que ese idiota se aprovecho de su enfermedad para que lo atendiera en todo lo que quisiera... haciendo que me sintiera culpable. 

¿Qué como me di cuenta? Bueno eso fue fácil claro que él aun no lo sabe, había estado en cama por tres días seguidos un día le había colocado el termómetro dado que la fiebre no quería ceder, entonces salí de la habitación pero tuve que regresar porque se me había olvidado algo, antes de entrar note como ponía el termómetro dentro de la tasa de té... el muy idiota me había engañado y hoy... si hoy me vengaría de él.  

Esta noche saldríamos con los demás a un Bar según Alice tiene buena música y buenas bebidas. Esme y Carlisle nos harían el favor de cuidar de los niños ellos están encantado de poder pasar tiempo con sus nietos. 

Ahora estaba arreglando, Edward estaba en la ducha. 

Me puse un vestido negro con mangas largas, me quedaba por encima de la rodilla por lo que decidí ponerme medias del mismo color y botas largas con tacón alto igual negras. Mi cabello lo deje suelto con pequeñas ondas en las puntas y mi maquillaje solo había delineado un poco mis ojos y había puesto un poco de sombra negra. 

Escuche la puerta del baño y vi a Edward salir con una toalla enredada en su cintura. Se me quedo viendo... 

-¿Qué? -dije. 

-Estás hermosa, deberíamos mejor de quedarnos aquí ya sabes no están los niños y....-para ese entonces ya me estaba abrazando por atrás y tenía sus manos debajo de mi vestido. 

-No, se lo prometí a Alice además quiero salir. 

-¿Prefieres pasar la noche con nuestros amigos que la noche en la cama con tu marido? -preguntó haciéndose el ofendido. 

-Sí. 

-Me hieres -llevo dramáticamente su mano a donde estaba su corazón. 

Puse los ojos en blanco. 

-Te espero abajo -salí de la habitación. 

Minutos después bajo Edward, venía vestido con una camiseta blanca su chaqueta negra, pantalón de mezclilla y sus tenis. 

-Vayámonos -paso su mano por mi cintura y salimos de la casa, abrió la puerta del auto para mí y rodeo para subirse en el lado del conductor. 

-Espero que no pienses en tomar demasiado hoy -dije. 

-Bella iremos a un bar y tengo pensado tomar unas cuantas cervezas. 

-Bueno entonces tendré que mandarte en un taxi porque ni pienses que estaré cargando contigo.

-Créeme que si me emborrachara no manejaría. 

-Lo hiciste la semana pasada. 

-Sí pero en ese entonces no llevaba nada importante conmigo -dijo viendo directamente mis ojos. 

Es que a veces podía ser un idiota sentimental pensé. 

Sonreí, no pude evitarlo. 

Puse mi mano sobre la suya que estaba en la palanca de velocidades, sabía que esa sonrisa que bailaba en sus labios no le dudaría mucho por esta noche. Mi plan de venganza seguía en pie por más que me dijera cosas cursis... 

Minutos después con Coldpley como música de fondo llegamos al Bar, Alice no estaba esperando en la entrada. 

-Al fin llegan pensé que se habían quedado por ahí a medio camino -dijo con una risita.