Bella pov.
-Edward puedo sola... -dije por tercera vez, hoy me daban de alta del hospital y me habían pedido que tenía que hacer reposos hasta que la herida de la cesárea cerrara y me pudieran quitar los puntos y aun así después de eso tendría que estar en cama.
-No quiero que te lastimes -dijo en un tono muy bajo que apenas pude escucharlo.
-Estoy bien, no tienes de que preocuparte.
-El doctor dijo...
-El doctor, el doctor ya me lo has repetido desde hace tres horas.
-Bella...
-Nada de Bella, solo quiero poder salir de aquí ya -suspire-. Sabes que no me gustan los hospitales.
-Esta bien Bella, ya nos vamos, pero si sigues queriendo hacer todo tu sola entonces voy a tenerte que dejar aquí internada toda la cuarentena.
- ¿Estás bromeando? ¿No?
-No -dijo serio.
-Pues más te vale que no se te ocurra hacer eso porque sino el que se va a quedar internado la cuarentena serás tú, si no es que más.
-No puedo creer que me estés amenazando Bella.
-Soy yo la que no puede creer tu comportamiento hacia mí.
-Bella solo trato de cuidarte.
-Edward aun no estoy muy contenta contigo que digamos -bufé.
-Pensé que ya me habías perdonado.
-Pues...
-Ya me perdonaste verdad mi amor -se acercó a mí me tomo de la cintura.
-No -dije no muy convencida.
-Sí -me besa, me recostó por completo en la cama del hospital y se subió sobre mí teniendo cuidado de no aplastarme-. ¿Ya?
No sabía a que se refería me había dejado algo aturdida por el beso.
-Mmmm.
-Te amo, se que soy un idiota, pero te amo.
-Yo también mi guapidiota -sonreí, no podía estar enojada con él por mucho tiempo.
-Sabía que ya me habías perdonado -se levantó llevándome con él.
-No es que ya te hubiera perdonado, solo quería que me convencieras -dije.
Negó con la cabeza y me beso la frente.
-Mejor vámonos de aquí.
-Vámonos -sonreír-. ¿Dónde están los bebés?
-Una enfermera nos espera en los cuneros -dijo.
Salimos de la habitación y caminamos hacia los cunero claro que ha paso lento pues Edward no me dejaba ir más rápido, según él me podía lastimar.
Llegamos a los cuneros en un tiempo que se me hizo eterno. Como había dicho Edward una enfermera nos esperaba ahí con nuestros pequeños, cada uno tenía una manta azul y un gorrito, solo que diferente cada uno para identificarlos.
Me acerque y la enfermera nos sonrió.
-Estos pequeños están ansiosos por sus padres -nos dijo la enfermera.
Me acerque y tome a Jamie en mis brazos, mientras que Edward tomaba a Ezra y Christian.
-Señora Cullen, sería mejor que se sentara en esta silla de ruedas -la enfermera se acercó a mí con una silla de ruedas-. Es regla del hospital.
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Una vida llena de recuerdos
Fanfictioncontinuación de cuando sufre un corazón.... los personajes no me pertenecen