Capítulo seis. —“No hay peor ciego, que el que no quiere ver”
—¿E-e-estás hablando en serio? —dije tartamudeando ¿Cómo es posible esto? ¿No estaré soñando?
—Claro que sí —deja de sonreír, Martina, eso me deja sin habla... Bueno, toda ella me deja sin habla ¡Calla Blanco! La señorita está hablando—. Mira, sé que tal vez te parezca raro esto pero, de verdad quiero salir contigo —creo que mi quijada está en suelo en este momento—. Entonces...te veo en el café en... ¿dos horas? —¿dos horas? ¿Una cita? ¿MI PRIMERA CITA? ¿Con Martina? Creo que debo dejar de hacerme tantas preguntas y hablar.
—Claro, ahí te veo —wow me sorprende que haya podido hablar.
—Entonces...adiós —se paró pero no sin antes darme un beso, en la mejilla, es normal sentir esa extraña sensación de... ¿Cuál sería la palabra? ¡COSQUILLITAS! Sí, cosquillas en el estómago, he leído de ellas, mariposas. Sé que suena estúpido esto pero, con ese beso sentí tantas cosas, y después de eso, se fue, dejándome como un estúpido sonriendo a no sé qué, imaginando no sé qué cosas.
—Perdona la tardanza amigo, la maestra de mate me estaba retando porque no hice la tarea, ya sabes me dijo cosas como: “no viene aquí a calentar el asiento, viene a estudiar” todas esas tonterías que los profes nos dicen... ¿Qué tienes? —creo que por fin nota que algo me pasa.
—Martina —dije sin mirarlo.
—¿Qué te hizo ahora? Jorge, debes ya olvidarte de esa chica, escúchame bien ¡MARTINA JAMAÁS TE HARÁ CASO! —uy Jerry, si supieras.
—¿En serio? ¿Entonces por qué Martina acaba de irse?
—¿Vino a darte el segundo round de la humillación de hoy o qué? —Jerry, qué mal estás.
—Acaba de aceptar salir conmigo, en dos horas tendré una cita con Martina —dije orgulloso ¿Qué decías Jerry?
—¿¡Qué?! ¿De cuál te fumaste, brother? —dijo Jerry sin poder creerme.
—No me fumé nada, Martina vino a pedirme perdón por lo de hace rato, dijo que lo hizo para no quedar mal enfrente de todos.
—Ahh entonces es preferible que tú quedaras como un tonto enfrente de todos, ya entiendo —dijo Jerry.
—Amigo, en vez de estar juzgando a Martina, deberías de estar feliz por mí ¿no? Escucha: Martina, la chica que me trae loco, aceptó salir conmigo —un amigo debería estar feliz por mí.
—No, no Jorge, sin ofender amigo pero...mírate.
—La apariencia no lo es todo Jerry —dije.
—Lo sé. Escucha,eres una gran persona, un gran amigo, un gran estudiante, eres increíble pero —¿Qué dirá ahora mi "gran amigo"?— nada de esto cuadra, no tiene sentido esto.
—¿Qué no tiene sentido? —y llegó Lodo, genial, ahora vienen los dos contra mí, dos contra uno, no es justo.
—Martina aceptó salir con Jorge.
—¿¡Qué?! —si quieres gritar más Lodo, hazlo no hay problema.
—¿Verdad que no tiene sentido? —ese momento en el que quieres golpear a tu mejor amigo para que me deje en paz.
—Martina trama algo —así sin nada más lo dijo Lodo.
—Eso es estúpido, Martina no trama nada —dije muy seguro, Martina no lo haría, simplemente yo no le hice nada a ella, no tendría por qué querer dañarme.
—No amigo, tú serás el estúpido si caes en sus redes —¿redes? Jerry en serio quiero golpearte.
—No, no y no, me niego a que salgas con esa, solo te lastimará, estoy segura —¿Desde cuándo Lodo se cree alguien para decidir qué hago con mi vida?
—Lodo perdóname pero, les guste o no saldré con ella, lo que están diciendo no tiene sentido.
—Prometiste que no dejarías que te hagan daño de nuevo —dijo Lodo con una carita que yo muy bien conocía, esa carita la ponía cuando quería que yo hiciera algo pero hoy no Lodo, no funcionará.
—Eso no funcionará, Lodo. Ya les dije, nada de lo que digan o hagan me hará cambiar de opinión, saldré con Martina les guste o no ¿quieren apoyarme o dejarme solo? —Jerry solo asintió con la cabeza y ¿Lodo? Ella no dice ni hace nada.
—No estoy de acuerdo pero...bueno, es tu rollo —dije Jerry, solo me falta Lodo.
—No, no me gusta esto, estoy molesta contigo —¿yo qué hice?
—¿Conmigo? No te hice nada.
—Eres un tonto, si algo viene de Martina Stoessel, créeme que no es bueno. Voy a averiguar todo esto y vas a ver que Martina no quiere nada verdadero contigo —dijo muy molesta.
—Lodo, no... —me interrumpió.
—Lodo nada, sal con ella pero pronto verás que tenemos razón nosotros, tus amigos, Jerry es increíble que aceptes que pase esto.
—Wow Lodo tranquila, Jorge ya está suficientemente grande para saber qué hacer con su vida, él quiere salir con ella, déjalo, él mismo se dará cuenta que esto no es bueno para él.
—¿Saben qué? Nadie quiere apoyarme en esto, ni modo Martina y yo saldremos, me gusta y mucho y no permitiré que ustedes dos me arruinen mi felicidad, si me disculpan tengo que ir a casa, tengo una cita con Martina —los dejé con la palabra en la boca, si fueran mis amigos me apoyarían en esto.
—¡ESTÁS CIEGO, BLANCO! VERÁS QUE EN ESTO EL ÚNICO LASTIMADO SERÁS TÚ! —alcance a escuchar que me gritó Lodo ¿ciego yo? Sí, claro...
*Narra Lodo*
Arg. Esto me molesta tanto, Jorge es un estúpido, un gran estúpido.
—Cálmate, Lodo, enojándote no ganas nada, ya viste que Jorge no nos escuchará —como si pudiera calmarme.
—No lo entiendes, no quiero verlo sufrir de nuevo, todos aquí conocemos cómo es Martina —dije molesta, muy molesta.
—Todos menos Jorge —dijo Jerry.
—Lo sé y eso es lo que me molesta, Jorge está ciego.
—Lodo, escucha: Jorge ya no es un niño, él sabe en lo que se mete, déjalo que él mismo se dé cuenta de lo que pasa.
—¿Planeas que deje a Jorge a que sufra sabiendo que yo lo puedo evitar?
—No lo puedes evitar, deja que a Jorge se le pase la etapa de “Estoy ciego por Martina” ahora no podemos hacer nada, ya sabes lo que dicen, no hay peor ciego...
—Que el que no quiere ver —terminé la frase de Jerry. Yo sé que Martina trama algo y si piensan que dejaré las cosas así están muy equivocados. Jorge ha sufrido mucho y no merece sufrir más, no más...