Capítulo treinta y cinco―. “Hamburguesas de incógnita”
*Narra Alba*“Baby show me, by the way you hold me way that you control me speed me up, but slow me”
Sonaba 'Show me' de Big Time Rush en mi celular mientras caminaba por el pasillo de la escuela, agarrada a mis libros, como si ellos fueran a protegerme de todo el daño que uno puede sufrir en la escuela…soy tímida, como ya lo habrán notado.
¿Qué pasa si conozco a Facu y él no piensa lo mismo que yo pienso de él? Sinceramente, yo no tengo nada que ofrecerle a un chico, no soy alta, no soy linda, no tengo “perfecto cuerpo” y mucho menos soy la chica popular que los chicos ahora buscan. ¿Y si mejor escapo y asi Lodo no puede presentármelo? Lo sé, soy muy cobarde, quiero hacer algo pero al momento de hacer la acción…simplemente no puedo.―¡Alba! Te estaba buscando, es hora del almuerzo y tú desaparecida, ¿no querías conocer a Facu? ―dijo Lodo agitada, pareciera que había corrido un maratón.
―¿Corriste un maratón o qué te pasó? ―traté de distraerla, ya me había encontrado y no podía esconderme.
―Pareciera, niña, te busqué por todos lados ―me reprendió tomando uno de mis auriculares.
―¿Big Time Rush? Deja de escuchar sus letras hermosas, ¿no prefieres que un chico real te las diga? Vamos ―y no pude hacer nada, ella había ganado.
―¡Que sorpresa, Yeyi! ―cantó Lodo al llegar a la mesa de Facu y Jerry.
―¡Chicas! ¡Siéntense, por favor! ―Jerry nos abrió las sillas para que ambas nos sentáramos ¿creen lo que estoy haciendo? Una locura, a esto se le llama una locura.
―¿Cómo estás, Facu? ―una vez que nos sentamos, Lodo habló.
―Bien, sin ideas para la canción de la clase de música, ¿y ustedes? ―preguntó Facu.
―Bueno, aun sin ideas, igual que tú, pero creo que tal vez con la chica adecuada las letras lleguen solas, refiriéndome a ti por supuesto ¿no lo crees, Alba? ―apoyó ambos codos en la mesa recargando su cabeza sobre sus manos, tal vez para reírse de mí…no, Lodo no haría eso.
―Ahhh ―dije buscando algo que decir, piensa Alba―, creo que sí ―¿en serio, Alba? ¿Es todo lo que pudiste decir?
―Ella es Alba ―Jerry me señaló―, y este es Facu ―volvió su vista a Facu―. Listo, se conocen, ¿Lodo me acompañas por algo que olvidé en mi casillero? ―volteó a ver a Lodo, pero aún pude notar su sonrisa en los labios, creo que no sabe actuar.
―¿Ahora? Oh, pero no puedo dejar a mi amiga sola ―se puso Lodo una mano en el pecho, y puso su cara patentada de perrito.
―Oh, tranquila, Facu se queda con ella ¿verdad Facu? ―estos dos no saben actuar bien.
―Sí, claro, yo me quedo con ella ―dijo Facu con una sonrisa.
―Ok, bye amiga ―se levantó Jerry y Lodo tras de ella…oh no, ahora estoy sola con él, ¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Qué le digo? ¿De qué hablo? ¿Qué tal si muerdo mi torta y me atraganto con ella enfrente de Facu? Quedaría como una tonta…y una muerta de hambre y…
―¿Hola? ―se hizo notar Facu, sacándome de la nube en donde estaba…ok, no puede ser tan duro.
―Hola ―me limité a decir, es que…sus ojos.
―Y… ―por su tono descubrí que él tampoco sabía qué decir, una de dos: porque tal vez le guste un poco, o porque en serio le da incomodidad que yo no diga ni pío― ¿Qué instrumento tocas? ―oh, música, sí puedo hablar de ello.